Recuerdo cuando dormíamos,
Cuando me despertaba tu impulso de ser toda mía.
Por caminos tranquilos por ahora
en repasos de luces de los pocos que van y regresan.
El tiempo se ha detenido y se ha puesto a pensar en ir hacia arriba
A perseguir estrellas.
Hemos quedado los sin sueño
Y nadie más que nosotros está despierto.
El silencio de los barrios está a veces lleno de testigos
Y de pasteles amarillentos y lerdos,
Con una irresponsabilidad amenazante
y una curiosidad de niño que ya tiene malas costumbres.
y una curiosidad de niño que ya tiene malas costumbres.
La oscuridad siniestra de calles con basura y luces pálidas
Es un astillero de pensamientos.
Aquí todo lo trágico encuentra el calor del chisme
Y la complicidad del crimen.
Los caminantes tienen su propia música
En la que los pasos lejanos y los ladridos de perro
Son el compás del miedo.
Los recolectores, los indigentes y los que viven del cuento.
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