miércoles, 24 de junio de 2015

Pasajero en Madrugada



Recuerdo cuando dormíamos,
Cuando me despertaba tu impulso de ser toda mía.
Por caminos tranquilos por ahora
en repasos de luces de los pocos que van y regresan.
El tiempo se ha detenido y se ha puesto a pensar en ir hacia arriba
A perseguir estrellas.
Hemos quedado los sin sueño
Y nadie más que nosotros está despierto.
El silencio de los barrios está a veces lleno de testigos
Y de pasteles amarillentos y lerdos,
Con una irresponsabilidad amenazante
y una curiosidad de niño que ya tiene malas costumbres.
La oscuridad siniestra de calles con basura y luces pálidas
Es un astillero de pensamientos.
Aquí todo lo trágico encuentra el calor del chisme
Y la complicidad del crimen.
Los caminantes tienen su propia música
En la que los pasos lejanos y los ladridos de perro
Son el compás del miedo.
Los recolectores, los indigentes y los que viven del cuento.

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