El Diacono bebe, le gusta relajarse así. Es impulsivo y desconfiado debido a las labores encomendadas por la iglesia en cada misión pero bebe desde antes de ese trabajo. El fraude de Brasil había sembrado muchas dudas sobre los falsos milagros y los hombres santos, siempre se necesitan algún tipo de manifestación divina para que los creyentes no se desvíen del camino y puedan regresar al sendero de dios. Sin embargo el Diacono sabe que la mayoría son farsantes o padres deprimidos que necesitaban emoción en sus rutinarias vidas, como cualquier ser humano.
Gray fuma, le gusta liarse sus propios canutos. Es experto en registro audiovisuales y tiene una novio muy jodida como la mayoría de los ingleses. No es creyente y ofrece sus servicios a quien brinde una mejor oferta, no tiene miedo pero tampoco es ajeno a las manifestaciones que no puede corroborar; quiere pruebas y a pesar de sucumbir a las emociones naturales que surgen consulta siempre al Diacono y confía en él. También bebe y es una buena compañía a pesar de algunas imprudencias.
Mark es de relleno pero revela el lado más cínico de la iglesia, un cura sin fe que no cree absolutamente en nada de lo espiritual y vive de la burocracia blindada con la que impunemente se cometen miles de atrocidades a diario en casi todos los países. El pensamiento cuadriculado niega cualquier señal divina y lo reduce a intervenciones del hombre con prestidigitación y tecnología fáciles de recrear con las herramientas necesarias. Da el toque pragmático que contrarresta todas las duda del Diacono y es víctima de forma irónica de las altas frecuencias sonoras de la bestia.
Todos mueren, incluso el padre experimentado que llaman y que da la explicación del terreno habitado por una entidad más antigua que el cristianismo, los niños muertos bajo la iglesia iban a ser algo rutinario hasta que los túneles cobraron vida y comenzó la lenta digestión; los sacrificios, los orfanatos, los padres suicidas condenados, animales sacrificados en una muerte horrible. Todo tan actual y a la vez tan poético. Dijiste que no era real, conversión instantánea justo momentos antes de perecer en el estomago de un animal más grande. El grande se come al pequeño, no hay nada de malo en eso ni en lo pagano.
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