viernes, 3 de abril de 2009

Confesión del hermano mayor

Voy a tener 35 años, con un matrimonio fracasado a cuestas, una neurosis asfixiante y un deseo innombrable de asesinar a mi familia...¿Cómo llegué a esto? ¿Fue en la infancia, territorio perdido y destrozado por los años cruentos de la adolescencia, donde se originó esta debacle? Mi única riqueza material es un colchón que tiene la misma marca que un aceite, y unos libros -que no llegan a cien-, los cuales de seguro serán vendidos (mal barateados) dentro de unos años, como yo lo hice con algunos de los de mi padre. Imagino que la pantalla es un espejo para ver mi rostro compungido, feo y demacrado como si fuera un viejo amargado de 60 años. Hay mucho de auto conmiseración en lo que escribo ahora... Tal vez, he sido siempre un masoquista fatal...¿No hay nada rescatable que haya hecho en todos estos años? He dejado que los acontecimientos me atropellen y sobrepasen como combi del Centro. Pasivamente, deliberadamente a veces...Sin ganas. No hay nada heroico de lo que pueda enorgullecerme y eso me punza el corazón ferozmente...Sólo el dinero y lo que pueda comprar y despilfarrar pueden calmar mi ansiedad y tristeza. No hay utopías e ideologías para redimir a la humanidad. El ser humano es una bestia inmunda y enlodada por el pecado y la maldad. Yo soy una bestia inmunda con ganas de asesinar a su familia...Autoengaño...