martes, 13 de abril de 2010

Cuando tenga plata me iré de viaje

Guillermo recordaba frases que les dijo a sus amigos diez años atrás cuando se reunían en el paradero del Corregidor camino a la Molina Alta, les gustaba ver pasar los carros lujosos que casi siempre iban con una chica bonita de copiloto mientras llenaban sus cabezas de ilusiones y vasos de cuba libre. A los vecinos no les molestaba su presencia porque ellos: el chama, narinas y el guille, no eran de armar peleas ni escándalos, al contrario les gustaba debatir de temas que era raro escuchar en chicos de su edad. El viejo de la ventana que daba encima del paradero les había escuchado hablar de religión, psicología y de lo que más le gustaba escucharles era hablar de sus fantasías, de lo que harán cuando tengan plata. Por esos días pensaban en viajar, en invitar chicas a lujosos restaurantes e incluso en ayudar a la gente formando lo que después supieron que se llamaba ONG; en sus planes siempre andaban juntos.
Era la semana santa del 2009 y todos esos recuerdos distraían la cabeza de Guillermo; a diferencia del pasado ahora sí tenia dinero, lo que le faltaba esta ves eran los amigos. El narinas andaba por Europa, su padre era alemán y se lo llevo en cuanto pudo; nunca le gusto el Perú y su miseria, el chama era otra historia, siempre bohemio y bien acompañado por esos días, era raro verlo solo, se podía decir que le faltaban muchas cosas pero sabia arreglárselas para conseguir damas interesantes. Guillermo le envidiaba cuando le contaba que después del sexo se quedaba conversando con ellas, le decía que no solo hay que hacerle el amor al cuerpo sino también a sus cerebros.


Si tuviera plata, susurro en voz baja y para si mismo tendido en la cama con un brazo atrás de la cabeza y un malboro en la otra mano. Repaso mentalmente sus cuentas; tenía cerca de 15 grandes en dólares; sonrío. Pero sus amigos andaban lejos, tan lejos como sus ánimos para hacer algo ese feriado largo. Viernes santo, dios ha muerto, no verá si peco o no, pensó resignado. Se había puesto el blue jean de siempre y un polo negro de batalla, esos días eran raros en lima, poca gente por la calle, en las discotecas  pero siempre hay donde buscar consuelo aunque tenga precio. Llego a “Las Canarias”, lugar de cerveza y mujeres donde ya había estado antes con gente del trabajo; pensó un instante antes de entrar a solas con la chica que le gusta,  antes ya atendio a un grupo.

-Hola... Le tomaron del brazo y lo llevaron a un sillón, era la forma rápida y sin rodeos, lo cual le gustaba de ese tipo de lugares. La conversación fue la de siempre ¿A que te dedicas? ¿Donde esta tu novia? Cogidas de mano y sonrisas falsas que quieren que pienses que la están pasando bien contigo, sonrisas que ya había visto en quienes no se encuentran en ese tipo de lugares pero que buscan algo, deberían estar ahi pensó.

-¿Me invitas un trago? Le preguntó. Era cuestión de tiempo, ellas ganan por el trago que les invitas, el problema era que él no estaba dispuesto a pagar tanto por tan poco.
–Sí seguro, ¿una cerveza esta bien? Se lo dijo serio y sin mirarle a los ojos para que no insista.
–Si, vamos a la barra...un tanto disgustada. Le tomo de brazo y lo llevo a la barra.
Son 30 por la mía...
–¡¿Estás loca?! Con una expresión de rabia y asco.
Mira papito, entonces hay lo dejamos ahi... Y se fue. Lo dejó solo en la barra con las dos cervezas destapadas, ese día había poca gente y pudo escuchar las risas de las demás y de los demás. Herido en su orgullo y sin la intención de armar peleas tomo las dos botellas y las llevó a una mesa, queriendo demostrar algo, sin saber bien que, tomo 6 botellas de 30 soles cada una, como si la gente a su alrededor se percatara de su actos, creyéndose el centro de atención de putas y borrachos. Miro la billetera y solo encontró un billete de 10, hora de volver a casa, pensó.

Ya a la entrada del edificio donde vivía pudo ver que su vecino celebraba su cumpleaños. Habían sido amigo desde pequeños pero con el tiempo se habían vuelto totalmente diferentes. Ahora el amigo era todo alegría y exageración y él un agujero negro donde lo que entra y quienes entran difícilmente salen.

Oe weón, sube pes, ¿o tienes miedo? Le gritó desde la ventana y con un gesto le afirmó que iría.

Ya por las escaleras ideaba alguna disculpa  para no entrar pero por las noches las distancias se hacen más cortas y el tiempo corre lento, así lo sintió. Llegó a la puerta y vio poca gente, unos 8 quizá, varios muchachos que no conocía, entró sin saludarlos hasta el fondo donde había reconocido un par de cara.

–¡Ese! Un apretón de manos.
–Cholo…¿En que andas? Lo reconoció, le decían Black, Guillermo saludo con su peor sonrisa, estaba acalorado.
–Hola... les respondió. Ya estaba por ir a la mesa a buscar una cerveza cuando sintió que lo tomaban del brazo; era Black, no lo miro a los ojos sino a su mano que retenía su brazo, Black la sacó de inmediato, siempre había pensado que era un tipo agresivo.

–Nada cholo, solo quería presentarte a una amiga...Guillermo la miro de reojo: tez blanca, rostro brillante sudoso, pelo rojizo natural, lo pudo reconocer, un poco más baja que él. Se le acercó.

–Hola... dijo sin mirarla a los ojos para no mostrar su desinterés.
–Hola, soy Alejandra...En cuanto dijo la última letra de su nombre él sonrío de costado y levanto lentamente la mirada para verla mejor. Las mujeres no leen, son estúpidas, todas, son estúpidas: Su YO esquizo.
–¿Olmos?...preguntó con ironía y para su sorpresa ella sonrío.

–Nooo... Respondió sin dejar de sonreír. Guillermo cambio completamente, parecía mentira, ella había entendido el mensaje, ella sabía de Sábato.
–¿Y tu eres?
–Guillermo, Guillermo Martín... Dijo su nombre completo, que casi nunca lo hacía, sabiendo que ella entendería porque lo decía de esa manera, ella soltó una carcajada y lo miró con atención.

–¡No puede ser! Dame tu DNI...le dijo mirándolo, sonriendo con esa mirada femenina de cuando quieren saber algo que de antemano saben que les va a gustar. Guillermo recordó cuando la gallega, la chica que se fue,  le pidió su DNI unos años atrás.
–No creo que tengas veinticinco... Lo recordó tan claro que le pareció escuchar su acento, le pareció que era ella.
–¿No me escuchaste? Dame tu DNI...Insistió Alejandra porque lo notó como perdido. Él lo sacó y se lo dio, si apurarse, ella río y se lo devolvió sin quitarle la mirada de encima, sonriente, como esperando que haga algo, tal vez no que diga sino que haga. Se quedaron un largo rato en silencio mirando al piso uno junto al otro, para eso Black había preguntado si se conocían pero tal fue la indiferencia a sus preguntas que se había ido.El silencio era largo pero grato, confortable, el supo que eso era de momento y debía hacer algo, la invitó a bailar y lo hicieron pegados con la confianza que les daba compartir algo más que ese lugar y esos conocidos.

¿Me invitas un cigarro?... Ella expectante a ver su respuesta, él sacó uno de los Hamilton, no tenia más en el bolsillo, ella lo tomó entre los dedos y vio la marca, un gesto de desagrado se formó entre sus cejas y su nariz, el quiso disculpar el gesto para si mismo. Puta madre es obvio, es Alejandra, como le voy a dar esa huevada: su YO social. El cigarro paso de lado, siguieron bailando y a cada pregunta que se hacían sonreían. Así pasaron 2 horas.

Oye martín… ¿Me jalas a mi casa? Escucho de sus labios que olían a cigarro. Mierda no se manejar: Su YO social

–Este...Creo que esta malograda el coche...Y lo dijo dudando, sin saber mentir. El mismo gesto del Hamilton pero elevado a las 10000.
–Ah, bueno pues…Y comenzó a mirar a su alrededor. Claro ahora mira a quien se le arrima para que la lleve a casa, puta, mujeres putas, hija de puta, puta su madre, puta ella y putas sus hijas: Su YO esquizo

Con la habilidad felina que tienen las mujeres para salir de situaciones que no les gusta, haciendo un comentario ridículo como: A ver que es eso Fer; se había ido de su lado a sentarse al lado de un jovenzuelo. Él seguía parado en medio de la sala, sin saber bien que hacer, si quedarse, si seguir haciendo el ridículo, si llorar quizá.

–No, recién lo conozco...es medio raro, medio taradito…Alcanzo a escuchar.
–Parece Murdoc ¿No?... JAJAJAA…la risa de ambos taladrando sus oídos.
–Tartamurdoc...cuando habla tartamudea o es gangoso algo así...Agregó ella en voz más alta y riendo, seguía con el gesto del Hamilton sin quitarle la mirada, chismeando en voz alta. Él parado en medio de la sala, escuchándolos con el puño tan cerrado que las uñas se clavaban en su carne, la frente totalmente mojada de sudor, las piernas le temblaban. Por un momento dejó de escucharla, volteo y la vio cerca de la mesa comiendo aceitunas. Se le acercó.

–Hola. ¿Sigues por acá?... Ella con una sonrisa sarcástica, el no dijo nada, sonrío con los labios ajustados, agachó la cabeza le dio una pitada al Hamilton, levantó lentamente la mirada mientras ella miraba al muchacho con cara de asombro y risa, lentamente le sopló el humo en la cara.

–¡¿Oye, qué te pasa?!

El sonido de la ultima “a” fue la señal. Una cachetada que retumbo los muros de la casa la tumbó al piso, sintió la fuerza de muchos brazos que le jalaban, el sudor cubría todo su rostro, pudo ver al muchacho a su costado, era más alto y más corpulento, sintió su puño cerca de su sien y enseguida, antes de caer, 20 puños más directos a la cara. En el piso todo daba vueltas, el sabor metálico de la sangre se metía entre sus dientes, patadas al estomago, a la espalda, pies de borracho con ganas de hacer daño. Vio a Miki, vio al narinas siendo pateando en Hamburgo por racistas, vio al chama sentado en su cama con el CV arrugado entre manos y las lagrimas en las mejillas diciendo “algún día seré alguien y se los gritaré en la cara a esos hijos de puta”…¡¡¡Levántate HIJO DE PUTA que esto aún no termina!!!: Su YO esquizo.

Mientras se levantaba sentía como la lluvia de patadas era cada vez más fuerte pero algo en su interior le empujaba hacia arriba. Cuando estuvo casi de pie una suela en el pecho lo envío cerca de una mesa donde encontró la lámpara de la sala, sin pensarlo dos veces la tomó con fuerza y al voltear la partió en la cabeza del muchacho. La imagen iba en cámara lenta para él y para todos, los demás se alejaron y Guillermo se paró enfrente del joven que sangraba por la frente, le tomó del polo con la izquierda y con el puño derecho le golpeó con fuerza. Después del quinto puñete podía sentir una masa entre sangre y carne que se adhería a sus nudillos, lo soltó y al levantarse gritó desde adentro, con los ojos llenos de lagrimas, el sudor y la sangre se hacían uno. Volteo lleno de ira y se acerco lentamente a ella que le miraba impávida con los ojos muy abiertos, tal habrá sido la ira y la determinación que llevaba que nadie se acercó a detenerlo, cuando estuvo frente a ella la tomo con fuerza de la blusa. Le podía escuchar remotamente.

–¡Martin!, ¡Martin!, ¡Martin!... Le gritaba ella tratando de hacerle entrar en razón, tratando de apelar a su fugaz amistad, evocando a su secreto.
–No soy Martín, soy Guillermo...Le dijo muy despacio con la mandíbula apretada. Antes que ella replique le estrelló la cabeza en los labios, pudo sentir como sus dientecitos se alejaban de sus encías, escuchó un crac que brotó de su mandíbula como si se estuviera quebrando en dos. Cayó inconsciente sobre el piso.

Al entrar a su cuarto se quitó la ropa, la dobló con cuidado y la puso sobre la silla, se acostó desnudo sin siquiera lavarse la sangre que ya se estaba coagulando, sonrió de lado, a tientas busco un cigarro sobre el velador, al prenderlo botó con fuerza el humo y comenzó a reír muy despacio. Con la derecha se hizo una paja pensado en la gallega con las lágrimas rodando por su rostro y metiéndose en sus oídos. Ya no podía escuchar.





PD: Este es un relato de un amigo de Gonzalo Gozza

Opciones

Matate

Vivir la vida de mierda.
En esta circunstancia,
Da lo mismo lucharla
Porque es una mierda perderla
Y ganarla nunca calma,
Además cuando tú te vas
Otra vez vuelve la mierda
Y no me deja descansar.


Vive

Tú sabes que nada es importante,
Llámala,
Si ya está bajo tierra
Date una cerveza
El muerto te invita.
A veces es difícil
Pero no jodas a matar,
Redescubre tus sentidos
Están llenos de riqueza.

LARVA

En algunas mentes habita una larva repugnante,
Me ha dado la distinción
De tener dos perspectivas en la misma cabeza
Y de una bipolaridad no perniciosa.
Me susurra entre sueños lo que le parece correcto
Y cuando no queda nada que decir me enseña su idioma,
Las cosas que le gustan y la vida en la puerta,
comerse hasta el último centímetro de madera.
La larva engorda y ya queda poca ternura,
Porque de eso se alimenta.
Esta virtud muy propia de la cabeza desciende hasta el pecho
Para después manifestarse por la sangre.
Pronto acabara todo, es el precio por asilar a esta vida extra.

Comunicado

La única manera de existir es muriendo dignamente,
Que se sientan los salmos en tus acciones.
Los fantasmas nos sorprenden con su ruido hermoso y seco
Porque no tienen forma definida,
Son como la niebla que no te deja ver el camino,
presencias intangibles sin un molde.
Nos acercarnos a esa forma inimaginable
Morir dignamente no equivale a vivir con esfuerzo y dedicación,
El momento en si es la manera como serás recibido,
La última mirada hacia la tierra frente a la pálida
Las manos frías y el rigor mortis son consecuencia del adiós.

Bianca

Hace tiempo que no leo, hace tiempo que no me va bien por ende. No tomo el ejemplo ni las vivencias de otros y eso es muy egocentra de mi parte. Hoy Bianca me dijo ¿tu trabajas o haces la finta que trabajas? Por dentro me sentí tan mal de dar la impresión de ser alguien que no proyecta tener metas o que no tiene ninguna responsabilidad, una mierda para decirme tan directamente lo que piensa pero estuvo bueno para despertarme de mi letargo, en estos días es difícil encontrar alguien tan punzantemente sincero. Nada en particular me distraía ese día en la oficina y el inventario continuaba su curso de tortuga anciana y tuberculosa, la vida laboral que me generaba un cheque mes a mes, miserable pero que alcanzaba para existir socialmente era una mierda, era una mierda que mi vida se consuma en esta actividad monótona; es por eso quizá que Bianca vio en mí la falta de ambición y de sed de dinero. En verdad hago la finta que trabajo porque esto no me genera ningún esfuerzo ni satisfacción, ni siquiera es algo que tenga la formalidad propia de una ordenada pirámide de jerarquías en que todos son productivos pero con diferentes funciones. Yo era tan inútil como mi jefe directo y ambos con nuestra pereza y lentitud contribuimos a que el mecanismo burocrático se mantenga en funcionamiento, estábamos en la velocidad indicada para que todo esté en orden y nadie sospeche de la ineptitud de todo el sistema.
El miserable día llego a su fin y camine como de costumbre al paradero para subirme a un micro que por casi tres cuartos de hora me iba a transportar hacia mi casa, la cual compartía con mis padres, aunque mejor dicho, ellos compartían conmigo porque era su casa y me permitían vivir allí todavía pese a que ya había alcanzado la mayoría de edad, dentro estuve parado hasta que por suerte un pasajero que estaba cerca mío se bajo. Sentado un poco más cómodo, observaba a la gente en la calle, a las juventudes compartir amor y amistad despreocupada de todas las cosas de las que estaba llena mi cabeza, a la gente viviendo su miseria mecánicamente. Ya no era joven y cada vez me iba a parecer más a mi padre cansado y amargado, fumando cigarrillos mientras caminaba por las calles y tomando café para que la monotonía tenga un estimulo adherido. No puta madre, no.

domingo, 4 de abril de 2010

Los Parias

No puede ser que seamos victimas de alguien
que ya murió hace mucho tiempo,
Dejados de lado, tratados como ancianos.
Quiero demandar que se cumpla lo prometido,
Todos somos iguales y merecemos una voz.
Dame el micro, escucha la angustia y la risa tonta,
Eso es el verdadero motor,
Una amalgama de ambas,
Quien remoja una flor en vino
Lo hace para extraerle la tristeza
¿Vienes o no conmigo?
Ven a tomar de ese vino
Ven para que veas más allá de tu algodón,
Pensar que antes me daba miedo que mis padres murieran
Hoy agradezco que aun no hayan muerto
y agradeceré cuando estén en tu gloria,
Son el único vínculo a la tierra,
de mis hermanos no supe nada ni cuando estuvieron conmigo
Las cosas buenas vienen antecedidas
De la miseria y la decepción
El vicio amilana pero agrega un peso invisible
Y la carga huele a tu vientre cuando estabas aquí.
Estamos en las mismas,
Me sacaste de la lucha fácilmente
¿Merecemos el exilio entonces?
¿Somos una causa perdida
¿O sabrás de mí en alguna gloria?
Se imaginar cosas de mujeres
Y en ellas mueres lentamente,
Escucha la angustia y la risa disparatada
Eso es verdadero motor del mundo

NOCHE

Me ordeno y salgo. ¿Dónde estoy? ¿Qué día es? ¿Cuál es mi dirección? Ya lo recuerdo todo y lo almaceno bien en mi cabeza. Ahora a recordar donde queda el lugar donde quiero ir. Es fácil, es un lugar que he frecuentado hace unos años. Donde también hallaré lo mismo que tiempo atrás solo que con diferentes atributos. Con diferentes sentimientos, también con diferente ropa y apariencia. Pero por dentro la misma apatía y desconsideración por el mundo. Las mismas ganas de morir de forma repentina para así dejar de preocupar a mi familia y dejar de darme cuenta que todo esto es absurdo.
Algunas cosas me quedan para agarrarme fuerte de la vida; son la amistad, el sexo y el amor, las cuales a veces aparecen en simultáneo en el mismo ser humano. A veces están separadas y tanto que nunca se cruzaran siquiera. En mi caso para el día de hoy es la cohesión de dos de estas en Margaret. Ella es mi amiga y también tenemos relaciones. Lo hace muy bien pero no es para lo único que es buena. También sabe escuchar y conversar además de compartir, de una forma más tenue, la apatía y la falta de esperanza en encontrar una vida plena en todos los sentidos. Ya antes hemos tenido un par de encuentros furtivos en los que me permitió explorar en ella y en su excitación. En los que ella también me dejo un grato recuerdo de verla devorarme el miembro mientras acariciaba su cabello ondeado con una mano y su clítoris con la otra. Fue un lindo episodio pero no tuvo un buen desenlace ya que mi inexperiencia me hizo ser impaciente y fastidiarlo todo. Paso mucho tiempo antes que ella volviera a salir conmigo y en ese tiempo tuve un par de novias con las que contra todos los pronósticos dure bastante tiempo. Pero ambas relaciones terminaron con ellas llorando. Los errores que no aprendes a enmendar con el tiempo poco a poco se convertirán en bultos imaginarios que no te dejaran nunca emprender vuelo hacia la última interpretación de esta vida. Sigue mi consejo, no hagas las mismas huevadas.
Ahora solo y sin compromisos tengo que buscarme el sexo, así como el pan de cada día, con esfuerzo y con sacrificio. Muchas veces la inversión de dinero y de palabreo solo basta para besos respetuosos y caricias ligeras sin dejar posibilidad de concretar el acto en una sola noche. Muchas veces no alcanza ni para eso y solo tienes que pensar en pasarla bien ingiriendo algún trago o fumando algo para que todo se transforme a medida que la sangre se va contaminando poco a poco. Total, todo puede pasar dentro de la noche. Pero algunas veces se folla y esas veces le dan mucho sentido a la vida. Esas noches citadinas en las que no hay naturaleza ni siquiera en la manera de aparearse, donde la convicción en un momento parece ser capaz de cambiarlo todo a tu favor; se logra follar y se hace de forma alocada. Se estruja a la hembra contra alguna superficie plana ya sea horizontal o verticalmente, en un baño, en un carro, en una casa ajena, en un techo, en una calle, en un cuarto de hotel o donde se pueda dar. Se le agarra bruscamente porque la situación lo amerita y se siente como poco a poco a medida que piensas en lo que estás haciendo “vale la pena estar vivo”. Vale la pena estar dentro de alguien que hace unas horas ni siquiera habías oído su nombre y que ahora está que gime y se entrega para que gastes toda tu fuerza y tu imaginación en ella. Lo malo de esta sensación es que es efímera y la realidad es más fuerte que lo onírico así que prontamente cae el velo gris a mi ciudad y las cosas vuelven a su estado patético. Pero, ¿que importa por una noche sentirse feliz? Importa mucho más de lo que imaginas.
Ya llegue al cruce de las avenidas donde vendrá Margaret y quedan unos minutos para mirar a las personas. Mantengo interés en los demás seres humanos aunque también debe ser algo de morbo. Aun queda un poco de tiempo y yo siga pensando en que hacerle a Margaret cuando la tenga en una habitación de hotel. Sonó el cel. ¿Qué paso?, no me digas, ¿y porque no me avisaste? yo ya estoy aquí, te pasas… ¿y ahora que voy a hacer? Bueno, ya, chau concha tu madre. La hija de puta de Margaret me había plantado de la más miserable de las maneras.
Me había hecho creer que me dejaría poseerla si salíamos antes a ver una película y comer unos helados. Me había hecho fantasear con ella y sugerirle ropa adecuada para excitar más mi lujuria y había permitido mi osadía pero ahora me ha traicionado. Encima ya había antes salido con ella y había hecho gasto de tiempo y dinero pensando que era todo una inversión inteligente que brindaría prontamente su húmedo fruto. Bueno, bueno. Como es una amiga tendré que perdonar a la muy mierda.
Me sumerjo en una caminata relajada por la avenida que era lugar de encuentro para la cita cancelada. Un cigarrillo, después de todo, que mierda importa que ella no venga si yo puedo hacer mi noche. Yo puedo fingir un rato que soy apasionado, que vivo con fortaleza y lucho por lo que quiero. Todo eso poniendo de pretexto a una mujer. Un polvo. Enamorarme instantáneamente de la primera posibilidad hasta lograr convencerla de irse conmigo a la cama. O sino llamar. Llamar de mi celular a la gente que vivía dentro de él. ¿Dónde estás?...
La calle y el teléfono no se llevan bien esa noche y a medida que esquivo el ganado metálico y las criaturas que transportan en sus cuerpos botahumo, se me van escabullendo las personas que llamo. Nadie está disponible y estoy cambiado y perfumado con un par de billetes grandes en mi bolsillo y cinco lucas en la media. Nadie quiere saber de mí ni de lo que me vaya a pasar durante la noche. Si le doy la inversa al sentimiento de rechazo lograré obtener la sensación de libertad que solo tienen los hombres de la cárcel y los que ya han muerto para sus hijos. Libertad de hacer lo que quiera y de poder morir en el transcurso de mi día. Era totalmente personal mi tiempo y ni un hijo o una madre o una esposa esperaban por mí. Mi mascota se quedaría con mi hermana y ella vendría a recogerla y la alimentaria. Puedo hacer lo que quiera.
Tengo sed y una mujer madura que vende remordimiento con sus productos en la calle es la opción que elijo para comenzar a gastar dinero. Una botella de cola inglesa mientras llego a los lugares que frecuentan las personas solteras y fiesteras. Una mirada a las chicas de la puerta y alguna se me antoja desnuda acariciandome con su lengua. Una visión de todas las luces inquietando mis sentidos atraviesa por la hora exacta de mí caminar. Era gente bailando y sonriendo entre sí. Mucha bulla y humo de cigarro. Estaban algunas bailando entre ellas, tratando de llamar la atención con sus pantalones ajustados y sus negativas a los que se acercaban. Inalcanzables dentro de la misma sala, sin ninguna barrera o impedimento para poder tocarlas o hablarles. Simplemente no querían conocer a nadie. Lo único a lo que habían venido era a que las vean bailar. Que se vayan a la mierda.
Doy vueltas por el lugar con un vaso de limonada frozen ya que es mejor no tomar nada de alcohol hasta que tenga la atención de mi presa. Pero ninguna de las chicas que cruzaron miradas conmigo está disponible. Ninguna de estas mujeres se ha dado cuenta que estoy compitiendo con los otros hombres del lugar por una de ellas. Mejor me voy porque aquí presiento que no conseguiré nada.
-Hola Gonzalo. ¿Cómo estás? ¿Ya te vas? Déjame presentarte a Luz y a Rosa.
Era mi amigo Chiapas que venía con dos chicas él solo. Venía cuando yo me estaba yendo. ¿Por qué te ibas? Me dijo Rosa, que era la que elegí para conversar en la mesa. No era la más atractiva pero con Luz no puedo tener oportunidad. Es muy linda para mí. Mierda, ¿por qué me siento menos? Bueno eso es algo que arreglaré en otro momento ahora debo susurrarle a Rosa cosas convincentes mientras toma su cerveza para poderla ver con las piernas abiertas y su vestido levantado sobre cualquier cama de hotel. ¿Qué estas pensando? Nada Rosa. ¿A qué te dedicas? Risas y bailes, conversaciones triviales y cerveza entre humo de cigarro. De pronto a Chiapas se le ocurrió la maldita idea de sacar a bailar a Rosa mientras yo fui al baño. Al regresar la mesa estaba con una sola persona y sostenía vasos y un par de jarras de un líquido amarillo espumoso que esclaviza muchas personas trabajadoras. Mire a la pista de baile y el hijo de puta de Chiapas estaba bailando con Rosa mientras ambos reían. Camine hacia mi sitio pero ya que él me había quitado a mi chica yo le quitare a la suya. Me senté en el sitio de Chiapas al costado de Luz y no tuve miedo. Amenamente empecé con los datos de filiación y luego fui imprudente y travieso en la conversación. Ella reía y las luces hacían que la escarcha que se había puesto en su maquillaje libere brillos espectaculares que armonizaban con su sonrisa y me llevaban a un lugar mejor. Tuve una erección pero podía disimularla porque estaba sentado. Vamos a bailar, me dijo. Puta madre se va a dar cuenta que la traigo dura. Baile torpemente como suelo hacerlo siempre ya que esa no es una cualidad que se me pueda señalar y ella hacia bien lo suyo. De pronto se dio vuelta y decidió bailar pegándome su culo, lo siento de inmediato y tuve miedo pero me lo trague con saliva. Vi su rostro sorprendido pero no tuvo una actitud de enojo. La música sonó mucho más fuerte a medida que ella continuaba sobándose contra mí, la vida se puso linda cuando me acerque a ella más y más, calcándole mi miembro en su pantalón, olí su pelo ondeado y cogí su cintura, no había nadie que la estuviera pasando mejor que yo, no había nadie que no sea reemplazable. Chiapas me miraba y podía ver en sus ojos como me estaba maldiciendo. Le sonreí.
Termino la canción y volvimos a la mesa, Seguimos conversando y yo seguí mirándola a los ojos. Ya había pasado algo, ya estaba acordado que iba a acostarse conmigo, era algo tácito que ambos sabíamos. La noche continua con algunas cervezas y bailecitos más que me dieron más confianza con ella, nunca deje de tenerla de la cintura y ella no saco mi mano ni una sola vez. Ya estaba hecho.
Paso casi dos horas desde que conocí a Luz y Rosa, Chiapas que ya resignado había hecho beber a Rosa suficiente cerveza como para causarle 3 viajes al baño, dijo que nos vayamos a su casa a seguirla. El vivía en mi vecindario y había traído su carro, no podía ser mejor. En su casa solo vivían él y su papa y había dos cuartos que estaban libres pertenecientes a sus hermanos que ya habían emigrado. Vámonos Chiapas.
Por la carretera en la vía expresa a mucha velocidad, la noche me regalaba belleza en su cielo de astros inalcanzables y en la sensación de riesgo que te da el saber que quien conduce ha tomado varias cervezas, mirándola a los ojos la bese sumergiendo mi lengua en su boca, Sing it back de Moloko, su boca y mis manos traviesas me conectaron con el Tao, las fuerzas indomables de la vida y la muerte no tuvieron ningún inconveniente en mostrarme la calidad de lo que me habían dado, la apatía desapareció y todo tuvo sentido para mí, yo estaba aquí para penetrarte Luz, yo había nacido para esto y tenía que morir pronto para que el tiempo y su nieve invisible no enfríen mi esperanza.
En casa de Chiapas todo ocurrió rápido y sin consenso, subí inmediatamente por las escaleras y cerré la puerta suavemente mirando la madera de la que estaba hecha, las marcas de polillas y sus larvas silenciosas que crecían dentro de ella. Volteé y me miraba sentada al filo de la cama, me acerque y ella temblaba, olía a perfume y su boca estaba libre de aliento a licor; ella no tomo ni una gota en toda la noche, nunca toma me dijo. La toque toda mientras la besaba, le alze la falda y descubrí el rojo de sus interiores, que piernas tan bellas y suaves, que nalgas y que rostro el que me regalaba. Mi lengua fue un tren loco que iba sin rumbo fijo abriéndose paso en cada rincón de su cuerpoe, ella se estremecía y se excitaba de la manera más divina que puedan imaginar, me alentaba a seguir descubriendo las coordenadas exactas de su locura y la noche me guiaba a encontrar la luna llena que se escondía dentro de ella. Busca alguien y hazle el amor ahora.
Bajé su trusa y puse mi mano en su sexo húmedo mientras mi vida entera paso por mis ojos, Recorrí su vello púbico y me desnude para ella, estaba listo para poseerla y ella para recibirme. Al unisonó, mientras nuestras bocas se juntaban nuestros sexos se unían y escalaban el Monte de Venus, las respiraciones se sincronizaban y ella hundía sus uñas en mi espalda lo que me hacía ser más violento en mis envestidas, los gemidos se volvieron nítidos y mi nombre fue pronunciado dulcemente, estábamos cerca de explotar y ella decidió cambiar de posición, ahora quería llevar el control y se puso encima de mí, se movía como bailando, presenciaba a un ser ido, actuando instintivamente, aprovechando cada centímetro mío para sacarle el placer que ella ansiosamente necesitaba, veía a una mujer ser más mujer que nunca y no tenía piedad conmigo en su búsqueda personal. Si Luz, sigue, unas palmadas en sus nalgas para que lo haga más fuerte, para forzarla a una mayor exigencia, un mayor gasto de energía, Sigue Luz, más fuerte...Tú puedes. Ella ya no era una mujer sino un demonio vicioso que no podía detenerse sin obtener el orgasmo que con sudor se había ganado, ya casi.
La explosión en mi fue una sacudida fuerte en mi espina y para ella coincidentemente la llegada a la meta anhelada, plumas de todos los colores poblaron mi cabeza y se fue acercando un ángel inmenso para darme su amistad con un apretón de manos, me llevo por la ciudad de noche y vi como el gris característico se había esfumado, vi como dormían las pistas y unos pocos autos competían entre sí para no ser alcanzados por el alba, los edificios y las casas estaban tranquilas y protegían con calor de madre a los que las moraban, en el fondo una línea de luz anaranjada daba la bienvenida a un nuevo día que ya había nacido pero que recién iba a ser visto por todos nosotros. El ángel me dijo que teníamos que regresar, la vida es como tú la quieras mirar Gonzalo...¿Gonzalo? ¡Gonzalo¡… Buenos días Luz.