jueves, 25 de noviembre de 2021

Piano Viejo

Él no te ama

siempre te hace esperar

nunca te responde

descuida el piano

que tienes en casa.

El no te ama 

siempre recuerda

que en su tiempo libre

es mejor salir 

y dejar excusas.

La aparente paz

es un volcán en tu vientre

una linda apariencia

que queda sobre la mesa

mis ganas de verte

despiertan tristezas

que quedan en la cafetera.

La casa que tiembla

quiere enterrar con angustia

las locuras que anhelas.

Él no te quiere

pero igual le respetas

vuelcas la cera 

sobre los parpados

de tu memoria.

Yo si te quiero 

pero no te interesa...



miércoles, 10 de noviembre de 2021

Cartas del Monte Fuji : Papá



Querida Daruma

Hoy he roto mi promesa de atesorarte y de mantenerte a salvo por el resto de mi vida. La he roto de la manera mas vil. Ensuciando mi mano con tu sangre producto de una cachetada. Mi vida entera se ha derrumbado y no puedo conciliar el sueño. Trato de distraerme viendo distintas plataformas, pero no encuentro alivio en ninguna de las alternativas que proponen. El día más feliz de mi vida fue cuando naciste querida hija y te dieron envuelta en una toalla a tu madre. Yo estaba presente y me quede hasta que pude traerlas a casa. Conduje el auto de regreso esquivando cualquier bache para no incomodarlas. Tu desorden y rebeldía, algo que yo también compartí en mi propia adolescencia, se me han vuelto insoportables; el trabajo y tu madre que siempre se empeña en tratar de menospreciar las humildes cosas que puedo regalarles, son fuerzas devastadoras que deseo corresponder con la proclamación de mi propia derrota. He venido a la montaña para entregarme y para disculparme por no ser lo que esperabas. Yo siempre te he amado Daruma y me parte el alma haberte pegado, discúlpame y recuerda por favor que tu padre se esforzaba mucho porque le ames. 


Un beso

Chichi

lunes, 26 de julio de 2021

La Vacuna

Recibir la vacuna antes por pertenecer a una logia por herencia o profesión no es ningún delito, se puede interpretar como una ventaja injusta o una consideración, dependiendo de la perspectiva. Cuando es el poder lo que se envidia y no las cosas, lo difícil es aceptar sin egoísmo la norma social y tener respeto por algo. Perder la empatía y percibir todos los estímulos como obstáculos a vencer hidalgamente, es una respuesta reflejo en la primera juventud. Nada en este mundo es menos confiable que la apariencia. Vencer esa constante a donde siempre llegamos es una lucha diaria. Reflexionaba mirando la ruta y reconocía antiguos momentos cuando aún no comprendía algunas cosas que ahora sí; cometí muchos errores y no fui agradable con gente que estimaba, con la que no estimaba ni siquiera quise recordar como fui. Todo parecía haber estado tranquilo desde que terminamos. Ella no podía saber nada.

Fui tan displicente en vez de soportar sus arranques, trate de combatir sin éxito devastando el tiempo. Solo tuve breves destellos de su verdadera belleza, tratando de hacer lo correcto de manera equivocada, con mala actitud y exigiendo en vez de comprender. Era algo tan absorbente que me olvidaba por completo de algunos beneficios que tenía y que podía exigir sin ninguna vergüenza. Tenía muchas posibilidades y eso era algo agradable de disfrutar. Sabían todo lo que hacía pero no quería percatarme. En esta noche iba solo y tenía apetito, el clima no estaba tan frío así que me anime por algún restaurante cerca al mar. Siempre están en todos lados y mucha gente les sirve. No quería subir en la jerarquía ni participar de sus fiestas. No eran justas ni tampoco las toleraba.

La caída de algunas rocas que formaban parte de la costa verde habían alertado a los conductores sobre su situación de víctimas en potencia; en cualquier momento podrían ser elegidos por la tierra y su hambre de sacrificios. La situación había otorgado stress y habían brotado muchas maneras de sobrellevarlo, no todas saludables y maduras. La radio aconsejaba sobre una mochila para que puedas sobrevivir un día más. No hubo mucho daño que lamentar pero temíamos perderlo todo igual, incluso nosotros estábamos a merced de algo, de ellos. La carretera libre sin el tráfico daba una sensación distinta de libertad ¿Sera acaso el resultado de la pandemia y sus miles de muertes? El fuerte temblor de la noche del miércoles bifurco las amenazas: un virus liberado contra  la naturaleza que reclamaba su propia tragedia; solo unos segundos y las cosas cambiarían para siempre. Era difícil de asimilar que ellos pudieran influir en ese tipo de acontecimientos y planificarlos. Nadie nunca lo tendría que saber. El espejo retrovisor dejaba ver unas luces intermitentes, era un coche de la policía pero ya vio mi placa.

Pedí una chita entera al ajo con una cerveza. Mientras esperaba vi algunas mesas aun a la expectativa de sus comandas. Una mujer sola que pronto tendría compañía, llevaba el pelo teñido de rojo y unos lentes grandes que la hacían ver como un personaje de animación, eso me traía muchos recuerdos. Ella también se pintó de rojo una vez y nunca tuve la delicadeza de decirle que se veía hermosa. En los meses pasados todos tuvimos a alguien sufriendo el dolor de una partida por el Covid19. El miedo mata tanto como cualquier enfermedad y ellos lo sabían, así que iban a tratar de mantenerle el tiempo que fuese necesario. Todos los miembros tratábamos de cuidar de nuestros hijos y de no dañar su visión periférica con lo que se estaba esparciendo. Era algo que ya no podía tomarse con culpa porque se hizo un juramento de confidencialidad. Lo único que quedaba hacer era cuidar bien de nuestras familias. El pescado estaba muy bueno y sonaba Jimmy Mack de Martha Reeves and The Vandellas.

El primer bocado estuvo un poco caliente pero se pudo soportar; había dos mujeres tomando cocteles y riendo, se podía distinguir juventud y soltura. Desde muy jóvenes nos habían enseñado que las oportunidades no debían ser desperdiciadas y que para persuadir hay una entonación establecida. Antes lo disfrutaba… Ya soy mayor para esto…tome mi cerveza. Las cosas habían cambiado y las preocupaciones no tenían ningún carácter existencial sino que eran reales, la gente moría lo cual estaba ligado al dinero. Laborar o morir, ganar dinero o morir, pertenecer y callar o ser como ellos y morir, no poder morir por falta de dinero, tienes que pagar tus deudas, tu muerte les pertenece. Los que no saben nada gozan de una consciencia tranquila, la bendita ignorancia. El mundo se hace el loco y sigue girando. Nos estamos aprovechando de una fuerza que debió liberarse hace siglos. Camino hacia el auto y sospecho que estoy siendo vigilado. Es raro sentir la fuente y dirigir la mirada exactamente al punto. No veo nada.

En la carretera prendí la radio y pude relajarme al darme cuenta que nadie me seguía. Algo de paranoia no parecía el mayor de mis problemas y regresar a casa a ver a mis hijos sí. Mientras manejaba me sentía un poco mal y no podía preocuparme porque así se activan muchos de los venenos que se nos administran a lo largo de nuestras vidas. No ocurre el efecto que se les atribuye a menos que tengas pánico. El sistema endocrino está a nuestro servicio si somos conscientes de su uso. Las calles se hacían más luminosas y me aturdía un poco en los semáforos. Me pareció buena idea estacionar y tomar un respiro, muy cerca de donde hubiese una tienda donde pueda comprar una botella de agua, pedir ayuda si es que la necesitara. Tenía que hacer una llamada y comprobar que me pasaba, mantener el control de la situación y ser consciente de todo lo malo y bueno que ocurra.

 -Te estaba esperando Vicente

-Señor… ¿Qué es lo que me está pasando?

-Estas muriendo Vicente. En el pescado pusimos tierra de muerto con baba de sapo mientras esperabas bebiendo cerveza. Puedes ver debajo de tu asiento el muñeco y la foto; tomate un tiempo y revísala. No te voy a colgar sería una descortesía de mi parte…

Vicente reviso su asiento y un muñeco hecho de trapo con unas sogas amarradas comprimían contra su pecho una fotografía doblada y con un alfiler incrustado. Al sacarla pudo recordar el momento en que fue tomada a la vez que esparció un poco de ceniza que en medio contenía. Las vacaciones en Cuzco y la habitación con vista a la escalera para San Blas, ella había tomado esa foto. No comprendía…

-¿Ana?...Ella tuvo una relación conmigo pero fue hace algunos años. Ya tengo familia con dos pequeños…Ella no puede ser capaz de esto… Ella…

-Ella es hija de un Kadosh… ¿No revisaste su linaje?

-Lo deje de hacer hace años…

-Nunca nos diste ningún problema Vicente, no lo tomes como algo personal. Es algo estrictamente burocrático. Hay que seguir el protocolo cuando alguna autoridad lo dispone incluso si la orden en realidad proviene del capricho de una joven despechada… Entró en la oficina histérica y la hizo mierda, hablo pestes de ti al padre, fue un manicomio todo ese día ¿Qué tanto pudiste? ¿Qué le hiciste?

-Me casé…



miércoles, 12 de mayo de 2021

Testimonio

La mezcla de paciencia con tedio hace reaccionar a cualquiera. El fracaso es previsible cuando alguien se comporta tan calmo, las personas no pueden codificar el desprecio como algo carente de ira. Se reacciona mal y se subestima al otro, aunque sea tu madre. No hay ningún apego que proteger ni tampoco algún agua que no debamos dejar fluir, no puede ser que alguien nos demuestre desinterés y nosotros no comprendamos que el ego se apodero de nuestro juicio. Que lección tan difícil que no pude aprender hasta que fue demasiado tarde. De todas formas ya estábamos grandes para luchar.

El tiempo me ha enseñado a perder todo lo que quiero y desde esa perspectiva soy solo un bloque de miedo difícil de tallar. Los recuerdos compartidos con las personas felices son solo un reencuentro simultáneo con la circunstancia que les unió, no un vínculo serio, no una demostración real de afecto o de amor. Es algo forzado dentro de la familia pero mucho más real, nadie elige a sus padres o a sus hermanos. Nadie puede tampoco ser indiferente ante ellos. Se puede mantener un rencor y eso es aun mas fuerte, el amor tiende a ser una planta delicada mientras que el rencor no necesita ser regado ni adulado solo tener memoria, siempre estarás unido mientras sigas odiando con orgullo.

Vivimos con la última imagen que nos llevamos de la persona, mantenemos ese instante en el tiempo alargándolo como un elástico. Esa última mirada consciente de que el tiempo ya había terminado, el tiempo en este mundo o el tiempo juntos. No era algo tan justo como pensé que sería. Hice todo para poder retenerla y combatir lo que le hacía daño. Hemos dejado casi todas nuestras pertenencias valiosas, nuestros ahorros y no sirvió de nada. Los esfuerzos y los sacrificios no tendrán ninguna recompensa y no podemos culparnos entre nosotros aunque haya ganas de hacerlo. 

¿He sido yo el culpable? ¿Habiendo estado enfermo esparcí el mal sobre mi casa llamando a la desgracia? ¿No era el momento de mi madre sino el mío y ella tuvo el gesto de intercambiar los lugares? No somos jueces más despiadados que cuando nos juzgamos a nosotros mismos cayendo en una trampa irreal, la condena de una carga innecesaria, una carga pesada llena de cosas inútiles. La verdad ha sido algo que nunca ha tenido importancia para la vida, lo que tiene que pasar será y nunca hemos sido conscientes que nuestra tranquilidad no es relevante para que todo siga su curso. No funciona bajo nuestras condiciones o requerimientos. 

La muerte cuando era niño siempre parecía algo completamente trágico y doloroso, con el tiempo las personas que morían no parecían sentir la misma angustia y aprendí que mientras más tranquilo vivas más parecerá que estas dormido. El tiempo enseña que la muerte es algo que pasa tan a menudo que no debería ser atendida de forma tan solemne. No hay ninguna excusa para retener dolor por algo que tenía que pasar. Las cosas que no dijiste en vida y que no debiste decir ya están perdidas y es imposible de encontrar, lo que queda es lo que hay y hay que tener la consciencia necesaria para dejar de reaccionar.

Ahora que salió mi otro familiar del hospital, mantiene la visión de la muerte rondando cada cama que le rodeaba y llevándose los pedidos con alegría y dulzura. No desea dormir piensa que no va a despertar, no desea ser dado de alta y quiere vivir enfermo hasta el final para estar lo más seguro posible. No desea volver a la vida como se encuentra ahora, con las noticias y las mascarillas que hay que usar. No quiere aceptar el regalo de la vida ni la segunda oportunidad sino que prefiere deambular, es la manera como las cosas que pueden ser otorgadas a quienes lo desean son brindadas a quienes las desprecian. Y uno es testigo de la ironía con la que se juega.

Mi tío es mucho mayor que yo y aun no comprende que las cosas importantes no son únicamente nuestra decisión, sino la de un complejo conjunto de melodías en las que ya estamos inmiscuidos desde el nacimiento. Una canción que dura exactamente nuestra vida. No es mucho tiempo en la gran bastedad del universo. Solo un tema de radio en algún vehículo de transporte y nosotros tenemos la gran responsabilidad de darle armonía con nuestras decisiones, así valdrá la pena escuchar cuatro minutos y medio, casi cinco. Así podremos sentir en nuestros pasos el orden correcto de las cosas. Probar por momentos los ojos que ven el monitor.

Hacerle reaccionar es lo primero para poder volver a la realidad donde no estará nunca más mi madre y las cosas en casa se queden sin mediador. No he sido buen hermano ni buen hijo pero me mantenía en regla gracias a su presencia. Ahora eso ha terminado y es inevitable un cambio en toda la estructura de la casa. Algo que tengo que mantener en su honor es una conducta irreprochable aunque me cueste. Un buen trato con los demás miembros de la familia incluso con los que anidan antiguos rencores. Eso le hubiese hecho feliz.

Ella mantenía cada uno de nuestros defectos en estricto secreto para no dejar de aparentar una familia funcional. Detestaba el escándalo y las imprudencias públicas que podían mancillar toda la hipocresía católica que ella  tanto profesaba. Las cosas como las añoraba las logre entender con el tiempo cuando ya deje de luchar conmigo mismo y tuve la humildad de dejarme de comparar con los demás. Aunque estar despierto te da la sensación de superioridad uno debe estar muy seguro de que no tiene ningún derecho sobre los demás, incluso de los más viles, que a veces están representados por algún pariente. 

Ahora he decidido continuar y mantenerme al filo de la línea que te vuelve una mala persona, un fracaso. Ya las cosas están de esta manera y hay algunos pendientes que me he propuesto terminar para encontrar nuevamente una motivación a las cosas. El miedo a lo que todos tendremos que enfrentar en algún momento es algo nuevo que debe ser parte de envejecer. Además de eso ya no importa tanto cualquier otra relación interpersonal, ya los amigos de verdad se han quedado y la familia sanguínea tiene todo el lugar que le corresponde.



  

 

 


jueves, 11 de febrero de 2021

La Cola

El encuentro ocurrió sin proponérselo ni atender su llegada. Era una mujer centrada con maneras correctas y déspotas, caminaba observando a los demás. Hizo un llamado por su apellido para que levante la cara y pueda así reconfortarse con su encanto pero no le sorprendió mucho y siguió pensando por unos segundos en la conversación que tenía por el móvil, disimulando con una sonrisa la poca exaltación. A parte de las preguntas rutinarias y de las actualizaciones sobre los miembros de la familia que lograron conocer del otro, hubo un desfogue por parte de ella. Un secreto que deseaba ser contado y con frecuencia lo era, así que estaba perdiendo su calidad de oculto con cada día que pasaba.

Imaginaba con actitud ególatra un global interés en su vida, sobre todo con personas que habían estado estado en una época lejana. El mayor entusiasmo se lo propinó ella. “Quiero ser cantante” dijo y era algo que tenía guardado desde siempre, algo que había aflorado a raíz del apoyo de su marido, quien era retratado como él salvador de aquel sueño refugiado. Tenia que ser agradecido por esa etapa de su vida ya que había abrazado la humildad y que por sus propias palabras; antes no le hubiese siquiera mirado. Era muy raro para el no divagar; que fácil es brindar el pésame mediante una conversación grupal de chat, como uno puede adherirse a una pena completamente en formalidad sin dejar de atender los asuntos privados, con personalizaciones que disfrazan muy bien la lejanía voluntaria y brindan la sensación de pertenencia, de igual forma la felicitación de los éxitos y la manera tan similar que tienen todos de confundirse con el real amigo sincero usando algunas plantillas de uso prolongado entre las personas, muchos “que sigan lo éxitos” y “a celebrar”, algunos “estamos en contacto”, la única condición que se debía cumplir para confundirse con la multitud era no distanciar mucho el tiempo de reacción del saludo inicial.

Fue un gesto encantador de humildad, ella lo sintió así. Le había compartido algo de su brillo artístico a esa persona que no podía siquiera darse el lujo de soñar. Los sueños son solo para los que pueden cumplirlos, se decía a si misma sonriéndole a su amigo. Caminaron unas cuantas cuadras y se despidieron en la puerta de su casa; después de elegir escoltarla como una salida muy discreta y elegante pudo volver a su conversación previa. El marido vivía con ella en el segundo piso y las cosas iban a mejorar pronto.  Ella entró a su casa y se sintió muy reconfortada de seguir atrayendo la atención de personas de etapas remotas. Pretendía ser el ocaso para esa versión artificial y hermosa que había creado cuando tuvo el accidente y el auge de un nuevo esplendor. Los tiempos habían sido duros mientras tuvo que usar los vendajes y afeitar su cabeza,  surgió el desprecio como una defensa de su vanidad. Pero ese tiempo ya había pasado y el despertar la había vuelto más humana, cercana a los desvalidos e insulsos conocidos de la ciudad. La carrera a la meta que añora podía esperar unos minutos mientras compartía un poco de su tiempo con alguien que otrora no hubiese siquiera saludado. Fue un almuerzo especial en que su esposo conto al detalle sus vivencias laborales y mostro el apoyo que ella tanto valoro en los momentos difíciles escuchándole con entusiasmo. Nunca hay que contradecir a una mujer feliz.

El rumbo que él tomo fue distinto y pensó en toda la información innecesaria que le había compartido una persona que había frecuentado hace muchos años. Un día algún monitor en una oficina durante un breve descanso le mostro una fotografía con la cabeza rapada y subida de peso, al cabo de unos minutos retomo el trabajo y en un simple instante había relegado la presencia de esa persona en su vida. Cuando una persona decide terminar cualquier contacto con uno, se da cuenta que el único vínculo que en algún momento les hizo junto solo fue arbitrario, las cosas que compartieron las han podido con cualquiera. La cola y el calor incomodaban sus reflexiones.

Tenía que hacer esa diligencia para poder llevar las medicinas a su tía que no andaba bien de salud, la vida transcurría lentamente mientras cada persona exhibía sus propios malestares, los que estaban solos en la cola de una farmacia de hospital ya desahuciados por su propia familia antes que por los doctores y los que llevaban escondiendo la enfermedad para poder seguir trabajando desde hacía algún tiempo. Las personas mayores envejecen tan rápido que parece que lo hicieran a la vista, mientras expresan sus quejas y las opiniones que nadie les consulta logran despertar simpatía, siempre hacen recordar. El juego de las relaciones interpersonales durante la pandemia ha hecho que cada uno de nosotros sea más estricto con sus distancias en todo el sentido de la palabra. No podemos volvernos olvido antes de morir, la forma injusta en que la vida no les había cumplido la promesa que ellos creen que se les debe no debe ser suficiente como para morir solo. El orgullo siempre trae una sensación irreal de consagración y recién nos percatamos del error en el ultimo episodio. Algunos saben del amor que fluye y no tratan de ser retenidos, comparten la luz que aún les queda y se dejan ir sin luchar.

La cola se autorregulaba siguiendo una línea serpenteante a través de todo un circuito que el personal de seguridad había preparado. El tiempo transcurre y esto pone intranquilos a todos, las señales de rencor siempre son obsequio para extraños y estos abundan en los hospitales, en las farmacias, en los supermercados, en los bancos. La manera en que habían puesto a estorbar a un grupo grande durante largo tiempo había colmado ya la paciencia de algunos y una mujer ya se había inmolado, perdiendo la calma por todos en frente de la enfermera que despachaba, la base de datos indicaba que ya había sido recogida la dosis mientras que la señora negaba haberla recibido. El tiempo mostraba la indiferencia como el mejor de los escudos para no absorber ninguno de los malos pensamientos que pululaban en la sala de ese hospital del seguro público. Los doctores iban y venían de emergencia, las parturientas caminaban lentamente hacia la salida.

Una vez con las pastillas pudo recobrar la calma y caminar sin apuro, pudo pensar que tenía una niña y que debía ser paciente con sus ocurrencias. No quería estar solo en una cola de hospital y morir cada mes un poco más, hasta que alguien tome su lugar y continúe la eterna fila al más allá. Iba a ser año nuevo pronto y tenía que comprar algunos regalos para su familia. Su pobre tía no iba a mejorar pero el mundo iba a seguir brillando, iba a seguir acumulando artistas que no pueden trabajar, un sin número de esperanzas pasan a ser solo conversaciones nostálgicas y los sueños se secan en las cajas de una cochera, es mas fácil afrontar todo eso acompañado. Los niños crecen y no vuelven más que para ayudarte a cruzar. El tiempo solo se puede desperdiciar si es para recogerle las medicinas a un familiar enfermo. Había una oferta de un litro de helado que seguro les iba a gustar en la tienda camino a casa, no tenía por qué dudar en darle a los niños y a los viejos lo que les gusta.