Después de ti
ya no hay colores ni sueños
despierto.
Susurro del
frió en mi oído,
De estar a tu
lado a estar en un espejo y ser un
puerto sin ruido.
Recuesto el
cielo en mi techo y me llevo
contigo.
Con nuestra
familia del mundo paralelo,
Con nuestros
amigos y vecinos.
Al regreso de
día
Respira mi
cama desordenada a medias
Sobre todas
las carcasas del tiempo.
No he tocado
tu espacio vació ni tu cepillo.
Tu toalla solo
seca recuerdos de un almuerzo
en domingo.
Ya no duermo
sino fallezco
Y me
reencuentro conmigo mismo en el desierto
de lo eléctrico.
Las tragedias
de los siervos
Nos deja sin
ganas de estar en casa.
Vamos a ir a
cantarle al precipicio pues pronto
estaremos cayendo
Como la pureza
y el llanto de los niños cocodrilo.
La fantástica
sangre fría para abandonar
a sus crías
Y reposar bajo
el sol crujiente la última vida
ingesta.
Estaré en la
luna fumando los pactos de
amor eterno,
Mientras recojan
ustedes duraznos y dátiles,
Ubiquen las
mesas,
Pongan una
cerca delante del exceso.