Matar
a tu padre porque ya no sirve; esta averiado y cuesta dinero mantenerlo...
superar el miedo a cumplir la fantasía por necesidad y no por placer, quizás el
placer de sobrevivir y darle lucha a todo lo que se presume como inevitable. La
naturaleza se abre camino y no siempre toma el de la virtud. Pero somos más que
naturaleza por nuestra propensión a cuestionar y valorar las horas que vivimos,
son o no merecedoras de ser vividas. En eso nos llevan una alta ventaja de
querer vivir siempre estoicamente y con justificaciones éticas universales, de
las que no se revelan ni por mas penosa que sea la situación. En ese instante
se sienten superiores y míticos luchando batallas épicas pero poco a poco todo
se corrompe y se muestran los que se enriquecen de las miserias, los que saben
escudriñar en las almas y espantan ese coraje con calor y comodidad. En
momentos de hambruna se pierde la guía para la vida y nadie puede culpar a otro
de tomar decisiones extremas que en algún momento todos han pensado. No se soporta
el dolor y es dentro del juego de un niño el momento en que se toma la
decisión de saltar, de caer y llegar rápido al otro lado. Solo era un niño y no
lo soportó. Inmenso Roberto Rossellini con "Alemania, año cero" en
el año 1948 para hacer esta hermosa película de realidad viva y gris.
Edmund Moeschke (Edmund) y Ernst Pittschau (El padre).