“Feliz día mi amor, Juancito y yo
te amamos, eres un padre excelente”.
Era un bonito rotulo para un mensaje que no le correspondía pues no era el
padre y ella no era más su mujer. Se encontraba en una habitación de Los
Olivos, mirando su celular inteligente, lleno de aplicaciones y de facilidades
multimedia que empobrecen el espíritu. Una mujer blanca de pelo ligeramente
ondulado y de grandes caderas cantaba un tema popular en la cocina mientras
preparaba unas tortillas de verduras. La televisión del cuarto estaba prendida
y se anunciaba el campeón de la Eurocopa 2016; Portugal por primera vez
alcanzaba la gloria y dejaba en claro que el juego más hermoso del mundo no
solo se ganaba con jugadores talentosos sino también con fortaleza mental. Lo
sentía por Francia. Se quedó atónito un rato hasta que un olor a comida y unos
pasos se acercaban lentamente, un
tarareo y una sonrisa de amante.
-¿Qué
haces?
-Solo
conversaba con Rubén.
Desayunaron
juntos y hablaron sobre lo bien que se sentía comer algo después de tener
relaciones tan temprano un domingo, era una perfecta estadía en un lugar
diminuto de su vida. Un pedazo de calma encima de un cajón con cosas que le habían dejado a cambio de sus
rutinas: medias largas, faldas, un par de botines y un par de blusas. El pan y la tortilla aliviaron el apetito y le dieron un cambio de
estado a la mente serenando las emociones negativas que nunca demostraba en toda su amplitud. Un
domingo tranquilo con compañía agradable y un largo regreso a casa.
Las
calles eran húmedas por la llovizna y la
cola de pasajeros esperando el transporte público crecía considerablemente en
pocos minutos, una lagaña en la comisura del ojo izquierdo y una gran sensación
de no ser correspondido con su presente; todo era como irreal. Pensaba en el fin de mes y las
posibilidades que le brindaban al ocio su poder adquisitivo de trabajador del
estado. La hora y cuarto que se demoraba en llegar al trabajo eran la calistenia mental necesaria para adormecer
su creatividad y realizar una labor repetitiva por varias horas continuadas.
Tomaba mucha agua para poder justificar sus caminatas al baño en las que miraba las
grandes ventanas que daban a la vía expresa: tanta vida que corría a su
destino de prisa y con ansias, que trataba de ganarle un poco de espacio al tiempo para poder estar
junto a su anhelo el cuál a veces es tan inconsistente que una vez alcanzado de inmediato se comienza otra búsqueda y la ansiedad se vuelve perenne. Pero su anhelo ya no existía más, ya no estaba a la mano
sino que era solo un recuerdo de lo sentido.
"No quiero perderme la experiencia de la maternidad...ahora me da miedo que esto no suceda y que cada vez mis posibilidades sean menos".
Salía con una mujer muy diferente a él pero lo incitaba el atractivo físico y un deseo muy intenso de ser aceptado, de tener a donde llegar y que le reciban para preguntar como estaba o como le había ido en sus proyectos; alguien que se interese en lo que sentía y no solo busque beneficiarse de un aspecto especifico de su vida. Ella era así pero quería cambiarle, no le gustaba su melancolía y pensaba que las cosas muy intensas no tienen que ser espontaneas sino que siguen un proceso en el cuál paulatinamente se formalizan y se hacen correctamente. Además de haber dejado pasar varias semanas sin tener intimidad y dando evasivas a él le incomodaba mucho la falta de confianza y de atrevimiento cuando se quiere hacer prevalecer un punto de vista completamente meritorio en público. Desde quejarse por algo que no cumple la expectativa en un restaurante hasta detener los besos y las caricias por el paso de personas que no representan ningún riesgo.
Pensó ante ese mensaje en la posibilidad de tener relaciones sin protección solo para darle gusto y poder desfogar en su bello cuerpo toda la fuerza contenida pero de inmediato se arrepintió, no toleró lo que pudo avizorar y pensó para sus adentros: "Yo no
tendría hijos en esta etapa de mi vida y menos contigo que eres tan timorata y reprimida, tener un niño sobre protegido por tus mieles engañosas y parasitarias, incapaz de la osadía y el desparpajo, unir mi vida
contigo por siempre es algo que no considero. La situación en la que estas y el
hacérmelo saber me obligan a dar este paso; no estoy dispuesto a dejar mi vida para
engendrar otra con una persona que no alcanza las expectativas para mi ideal de
madre. Prefiero seguir viviendo lejos de ti y dejarte en tu búsqueda no
compartida de consagración existencial. Me alejo para no tener que darle
importancia a tus reacciones espontaneas
de ira. Algún día me acordaré de ti pero por ahora prefiero olvidarte y continuar en soledad".
Estaba
harto de aguantar tanto por parte de
una mujer de más de treinta años. El límite había sido colmado y no valía la
pena seguir insistiendo en algo que solo
era una arbitrariedad pasajera, aunque por la carencia de amantes le daba un
poco de recelo deshacerse de ella. Sabía que era lo correcto, imaginó que estaba furibunda ya que lo elimino de todas las redes
y ha sido bloqueado para enviarle mensajes.
Seguro ha de esperar su reacción y su interés de no perderle pero ya él sabe de
antemano como sigue ese guión y como es que termina. Le daba igual su enojo o su decepción y piensa que ella debe aceptar que si no la va a reconquistar no
es por miedo sino porque no le apetece. No quiere volverla a ver para no sentir lo único verdadero que siempre sintió: deseo.
Entre
las nubes, los aviones y helicópteros hacen un ruido endiablado de catástrofe y
las ventanas se abren para mirar las grandes maquinas. Un cielo despejado
mantiene por varios segundos la huella del humo que dejan en su vuelo sosteniendo una línea recta según la trayectoria
de la nave. Un desfile aéreo en un país sin poderío moral es como una broma pesada. Los juguetes de los
ricos son muy destructivos para la gente de a pie pero igual queda obnubilados con lo imponente de las armas masivas de aniquilación. Los hombres de traje cercanos al poder sienten erecciones y disimulan mientras piensan en sus amantes y concubinas.
En las calles hay una carencia muy fuerte de querer recuperar el respeto. Como el abandono que acababa de realizar ante el miedo de perder la experiencia de maternidad, así abandonan los ciudadanos la dignidad robada por
saqueadores y traidores, piratas que no provienen de la verdadera patria sino
de sus alcantarillas. El remedio para todo fue follar y tener un momento de
esclavitud con la amante; dominar una vida como si fuese todo el país para excitarse,
para entumecerse más y dejar que el amor se vuelva poder, renacer así en un caos de violencia y egocentrismo con mutuo acuerdo. La resurrección es una
obra mal actuada por los cristianos que ocultan a sus sodomitas y pederastas en
sus templos, jamás resucito una vida de la tumba solo es el sol quien renace en
su ciclo infinito de vida y muerte. Todo es constituido por una armonía bella y
sugerente. El remedio ya no es el mismo puesto que estaba solo y el tiempo goteaba como un caño malogrado en una casa vacía.
La ebriedad aparece sola
cuando ya no sabes donde ir, sabe en que momento buscarte, como una puta muy
experimentada que te da lectura al entrar en el local o como el mosquito paciente que espera tu sueño para poder entregarse a la gula de la sangre. Así el rastro de aquel vicio se despertó en el y deseo una botella de vino, unos malrboros y tenerla de nuevo, no a la timorata sino a la que vivía en sus fotografías. Los aviones daban su última vuelta antes de ser guardados para volver a sus trabajos de narcotráfico mientras él caminaba en dirección contraria rumbo al Mini Market. Estaba como a un km de distancia pero quería caminar y perderse entre la gente como lo había hecho su tolerancia.