Cuando salí del trabajo saque mi
manzana y camine esperando un momento prudente para fumar. En el trascurso de
mis pasos andaba concentrado en el camino y un taxista me hizo una seña repentinamente. El
coche estaba solo a unos metros... me acerque y lo que me extendía a modo de
camaradería era una manzana pipa, similar a la mía. Aunque me pareció dudoso lo
acepte. Le pregunté ¿Tu no quieres?... Lleva nomas respondió. Y me fui escuchando
detrás de mí un último mensaje “¡Esta llenazo!”. Ahora llevo la manzana para
analizar a detalle su contenido en mis laboratorios privados y aunque quede
sorprendido por la gentileza, si pude creer que alguien tenga una conducta
empática conmigo. Él sabía que yo aceptaría y en vez de echarle a la basura me
hizo un obsequio. En casa veré que tipo de droga tiene, no vaya a ser pasta y me
pongo tieso. Gato me llamo para que le ayude mañana temprano a mudarse. Accedí
y creo que era lo justo con el mundo debido al detalle tan amable de la
manzana.