Recibir la
vacuna antes por pertenecer a una logia por herencia o profesión no es ningún
delito, se puede interpretar como una ventaja injusta o una consideración,
dependiendo de la perspectiva. Cuando es el poder lo que se envidia y no las
cosas, lo difícil es aceptar sin egoísmo la norma social y tener respeto por
algo. Perder la empatía y percibir todos los estímulos como obstáculos a vencer
hidalgamente, es una respuesta reflejo en la primera juventud. Nada en este
mundo es menos confiable que la apariencia. Vencer esa constante a donde
siempre llegamos es una lucha diaria. Reflexionaba mirando la ruta y reconocía
antiguos momentos cuando aún no comprendía algunas cosas que ahora sí; cometí
muchos errores y no fui agradable con gente que estimaba, con la que no
estimaba ni siquiera quise recordar como fui. Todo parecía haber estado
tranquilo desde que terminamos. Ella no podía saber nada.
Fui tan displicente en
vez de soportar sus arranques, trate de combatir sin éxito devastando el
tiempo. Solo tuve breves destellos de su verdadera belleza, tratando de hacer
lo correcto de manera equivocada, con mala actitud y exigiendo en vez de
comprender. Era algo tan absorbente que me olvidaba por completo de algunos
beneficios que tenía y que podía exigir sin ninguna vergüenza. Tenía muchas
posibilidades y eso era algo agradable de disfrutar. Sabían todo lo que hacía
pero no quería percatarme. En esta noche iba solo y tenía apetito, el clima no
estaba tan frío así que me anime por algún restaurante cerca al mar. Siempre
están en todos lados y mucha gente les sirve. No quería subir en la jerarquía
ni participar de sus fiestas. No eran justas ni tampoco las toleraba.
La caída de algunas
rocas que formaban parte de la costa verde habían alertado a los conductores
sobre su situación de víctimas en potencia; en cualquier momento podrían ser
elegidos por la tierra y su hambre de sacrificios. La situación había otorgado
stress y habían brotado muchas maneras de sobrellevarlo, no todas saludables y
maduras. La radio aconsejaba sobre una mochila para que puedas sobrevivir un
día más. No hubo mucho daño que lamentar pero temíamos perderlo todo igual,
incluso nosotros estábamos a merced de algo, de ellos. La carretera libre sin
el tráfico daba una sensación distinta de libertad ¿Sera acaso el resultado de
la pandemia y sus miles de muertes? El fuerte temblor de la noche del miércoles
bifurco las amenazas: un virus liberado contra la naturaleza que
reclamaba su propia tragedia; solo unos segundos y las cosas cambiarían para
siempre. Era difícil de asimilar que ellos pudieran influir en ese tipo de
acontecimientos y planificarlos. Nadie nunca lo tendría que saber. El espejo
retrovisor dejaba ver unas luces intermitentes, era un coche de la policía pero
ya vio mi placa.
Pedí una chita entera al
ajo con una cerveza. Mientras esperaba vi algunas mesas aun a la expectativa de
sus comandas. Una mujer sola que pronto tendría compañía, llevaba el pelo
teñido de rojo y unos lentes grandes que la hacían ver como un personaje de
animación, eso me traía muchos recuerdos. Ella también se pintó de rojo una vez
y nunca tuve la delicadeza de decirle que se veía hermosa. En los meses pasados
todos tuvimos a alguien sufriendo el dolor de una partida por el Covid19. El miedo mata tanto
como cualquier enfermedad y ellos lo sabían, así que iban a tratar de
mantenerle el tiempo que fuese necesario. Todos los miembros tratábamos de
cuidar de nuestros hijos y de no dañar su visión periférica con lo que se
estaba esparciendo. Era algo que ya no podía tomarse con culpa porque se hizo
un juramento de confidencialidad. Lo único que quedaba hacer era cuidar bien de
nuestras familias. El pescado estaba muy bueno y sonaba Jimmy Mack de Martha
Reeves and The Vandellas.
El primer bocado estuvo
un poco caliente pero se pudo soportar; había dos mujeres tomando cocteles y
riendo, se podía distinguir juventud y soltura. Desde muy jóvenes nos habían
enseñado que las oportunidades no debían ser desperdiciadas y que para
persuadir hay una entonación establecida. Antes lo disfrutaba… Ya soy
mayor para esto…tome mi cerveza. Las cosas habían cambiado y las
preocupaciones no tenían ningún carácter existencial sino que eran reales, la
gente moría lo cual estaba ligado al dinero. Laborar o morir, ganar dinero o
morir, pertenecer y callar o ser como ellos y morir, no poder morir por falta
de dinero, tienes que pagar tus deudas, tu muerte les pertenece. Los que no
saben nada gozan de una consciencia tranquila, la bendita ignorancia. El mundo
se hace el loco y sigue girando. Nos estamos aprovechando de una fuerza que
debió liberarse hace siglos. Camino hacia el auto y sospecho que estoy siendo
vigilado. Es raro sentir la fuente y dirigir la mirada exactamente al punto. No
veo nada.
En la carretera prendí
la radio y pude relajarme al darme cuenta que nadie me seguía. Algo de paranoia
no parecía el mayor de mis problemas y regresar a casa a ver a mis hijos sí.
Mientras manejaba me sentía un poco mal y no podía preocuparme porque así se
activan muchos de los venenos que se nos administran a lo largo de nuestras
vidas. No ocurre el efecto que se les atribuye a menos que tengas pánico. El
sistema endocrino está a nuestro servicio si somos conscientes de su uso. Las
calles se hacían más luminosas y me aturdía un poco en los semáforos. Me
pareció buena idea estacionar y tomar un respiro, muy cerca de donde hubiese
una tienda donde pueda comprar una botella de agua, pedir ayuda si es que la
necesitara. Tenía que hacer una llamada y comprobar que me pasaba, mantener el
control de la situación y ser consciente de todo lo malo y bueno que ocurra.
-Te estaba
esperando Vicente
-Señor… ¿Qué es lo que
me está pasando?
-Estas muriendo Vicente.
En el pescado pusimos tierra de muerto con baba de sapo mientras esperabas
bebiendo cerveza. Puedes ver debajo de tu asiento el muñeco y la foto; tomate
un tiempo y revísala. No te voy a colgar sería una descortesía de mi parte…
Vicente reviso su
asiento y un muñeco hecho de trapo con unas sogas amarradas comprimían contra
su pecho una fotografía doblada y con un alfiler incrustado. Al sacarla pudo
recordar el momento en que fue tomada a la vez que esparció un poco de ceniza
que en medio contenía. Las vacaciones en Cuzco y la habitación
con vista a la escalera para San Blas, ella había tomado esa foto.
No comprendía…
-¿Ana?...Ella tuvo una
relación conmigo pero fue hace algunos años. Ya tengo familia con dos
pequeños…Ella no puede ser capaz de esto… Ella…
-Ella es hija de un
Kadosh… ¿No revisaste su linaje?
-Lo deje de hacer hace
años…
-Nunca nos diste ningún
problema Vicente, no lo tomes como algo personal. Es algo estrictamente
burocrático. Hay que seguir el protocolo cuando alguna autoridad lo dispone
incluso si la orden en realidad proviene del capricho de una joven despechada…
Entró en la oficina histérica y la hizo mierda, hablo pestes de ti al padre,
fue un manicomio todo ese día ¿Qué tanto pudiste? ¿Qué le hiciste?
-Me casé…