Un día, más o menos en el año 2004, el imbécil de "Lentes de Sapo" me pide un seudónimo para todos, en un tono inquiriente y casi amenazante. Yo, al principio me sentí incómodo por la postura de aquél sujeto, pero, lo pensé mejor y me decidí a acometer semejante empresa en el salón 4C del tercer piso de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Es por eso, que a partir de ese momento, de inspiración iconoclasta, me decidí a poner apodos en un tiempo récord, ¡e inenterrupidamente!. "Game Boy", "Lápiz", "Anillo", etc., fuero los apodos que englosaron la nueva enciclopedia de apodos del 4C. A partir de ahora, soy conocido como el "nuevo Ferrando" en mi universidad querida. Amén.
Es por eso, que a partir de ese momento, de inspiración iconoclasta, me decidí a poner apodos en un tiempo récord, ¡e inenterrupidamente!. "Game Boy", "Lápiz", "Anillo", etc., fuero los apodos que englosaron la nueva enciclopedia de apodos del 4C. A partir de ahora, soy conocido como el "nuevo Ferrando" en mi universidad querida. Amén.
Sr. "Princesa".
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