Quienes sobrepasan la muralla del miedo a la entrega en una relación observarán el espectaculo maravilloso del amor. Es muy alto el precio estimado para vencer este obstaculo. La dedicacion, confianza y compromiso son los ingredientes esenciales para que florezca la divinidad y esto es lo más carente que tiene un hombre mundano.
Muchos hablan de autosuficiencia y trasladan su masturbación fisica a una de indole emocional. Masturban su corazón brindandole exceso y obnubilacion(cloudiness). Olvidan su vacuidad y la importancia de emociones que ellos consideran predecibles u ornamentales. Pero, ¿prescindible el amor?prescindible la fe? Son sentimientos que nos brindan una llave a ser mejores.
Sin embargo es dificil rodeados de tanta desconfianza y egoismo, de tanta individualidad forzosa en la que te enseñan a ser tacaño incluso con las sonrisas. Por ejemplo hoy dia en el transporte público, que me traslada de mi hogar al trabajo, subio un despojo humano a cantar alabanzas al señor, las cuales tenian como fin ablandar los corazones de nosotros los pasajeros. Al iniciar sus cantos no pude evitar incomodarme. Su voz desafinada y poco melodiosa, su tono alto y desmedido como el de un jalador, la manera en que los gallos se escapaban entre las letras de alabanza y sobre todo el hincapie que hacia al mencionar su conexion con Dios y lo dichoso que era de haber llegado y de encontrarse en su dicha.
Esas cosas tan de mañana , en un micro lleno y con un trafico que lo aletarga todo me hicieron desear la muerte de ese hombre. Enviarlo directo con Jesús y hacer que se salte la peregrinación. Imaginaba una balacera iniciada por mi y continuada por los demas pasajeros, acabando asi con las alabanzas y volviendo al silencio en el que eramos estatuas inexpresivas, bultos roncando o fantasmas que observan todo sin dejarse ver. Todos y todas criaturas de la urbe moderna .
Pero el amor me brindo un puente, un escape en el que pude refugiarme y huir de ese sentimiento desagradable que es la ira, el cual sin embargo es un sentimiento tan cristalino y de consecuencias tan impredecibles que aún nose como manejarlo. El amor deberìa llevarme a la comprension de todos por igual respetando diferencias y errores. Aquel hombre debio merecer mi respeto y mi piedad por su situación de pobreza y miseria y en vez de eso quize dispararle.
Mi amor a la mujer que tengo y el hecho de sentirme valioso me hizo mantener limpia mi conducta en ese microbus. Pero no pudo eliminar del todo las ganas de volver a matar. Matar como antes lo hacía, disparar a diestra y siniestra para callar las malditas ranas que croaban dentro de mi cabeza. Para no ver más a una sarta de hijos de puta que viven para incomodar y sacar provecho de cada persona incauta que encuentran, a aquellos que piensan en su suerte como fundamento justo para lastimar o manipular al resto.Pero en mi mente ya no hay desacuerdo ni deseo de hacer justicia. Ahora puedo estar tranquilo en mi asiento y observar lo que pasa alrededor. Si algo me molesta solo tengo que cerrar los ojos y respirar.
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