jueves, 22 de enero de 2009

Tramite para tener que ir a ver una película y elegirla cuando no estas solo

Cuando estoy solo o con un grupo de amigos es fácil, pues nadie tiene miedo de herir susceptibilidades ni demostrar el total desacuerdo con libre opinión y respectiva mentada de madre pero cuando estas con un grupo heterogéneo es más difícil acordar un concilio.
Ahora tomare de ejemplo a una chica que es amiga de mi pareja para comenzar, pero en general tomaré a las diferentes personas que he conocido en las salidas que he tenido ya sean diurnas o nocturnas, en plan alcohólico, de comer, de cortejo, de fiesta, de cumpleaños, de sorpresa o de necio. Todas las cosas que uno u otro pueden proponer como alternativa sorpresa total no planeada se derrite en su negativa cara haciendo un gesto de desapruebo. Cree que porque ella y su amiga coinciden en un titulo, es el definitivo. ¿Qué si quieres comer algo que este cerca o prefieres a la tía donde has comido por toda tu patética vida? Pues la tía responde o sino que va sola y la esperemos, haciendo sentir mal a los demás con su intento de aislamiento. Tú tienes la culpa de que yo sea antipática, parece leerse en sus cejas pobladas. Pensaba antes, en mi condición de macho novato que esto se justificaba porque a la mencionada nadie le bajaba las bragas pero no era tan simple la causa del efecto ya que a veces este especimén tiene una pareja súmisa que cumple con ese único momento de desenfado en su vida. Tampoco había una historia familiar tormentosa o llena de abandono que pueda justificar su rencor u hostilidad; a ella le correspondía ese papel y era bien ganado que se lo tenía. Pretendientes no le faltaban aunque se podían contar con los dedos de una mano, pero de todas maneras a pesar de su limitada belleza exterior y de su invisible belleza interior, la aceptación y deseo de algunos varones estaba presente. Ella era así porque si, porque lo quería ser y no tiene que parecerse a todas las espesas. Es alguien que se propone dar la contra.
Ahora me quiero acordar y desarrollar sobre las románticas, que muchas veces dan en el gusto de la espesa de arriba. Las que detestan las películas de terror, de suspenso, de una intriga que requiera de atención prolongada para acrecentar el goce, las de relato complicado e íntimo y las que tienen referencias especializadas. Nada de eso en estas mujeres, solo el deseo de ver a un hombre atractivo besar al final a la sorprendida protagonista de toda la historia, la cual puede sustentarse en lo más cojudo del amor como condición humana de trascendencia. Que si hay dificultades por las diferencias sociales, étnicas, económicas o cualesquiera que fuesen y que estas hagan más difícil el amor que se manifiestan este par de seres, mejor, porque les gusta botar lagrimas y conmoverse en los momentos que supuestamente son para eso. Por ejemplo últimamente vi "Crepúsculo", una historia de vampiros que no toman sangre de personas y que van a la secundaria con los chicos del pueblo, vampiros hijos de un médico, también vampiro. El papá de la chica protagonista y sufrida era un policía y su madre una rubia treintona que le gusta casarse y divorciarse seguido. Para hacer de este largometraje un verdadero retrato de la porquería adolescente que de vez en cuando sacan los norteamericanos para sus perturbados jóvenes y para nuestros alienados jóvenes; hubo un partido de béisbol entre vampiros ¿Cómo se le ocurre a un director hacer una película de vampiros que no chupan sangre y encima ponerlos a jugar béisbol? Además unos indios súper falsos comentaban una historia que se suponía tenia una condición de leyenda y explicaba el porque de la particular popularidad de la familia del vampiro enamorado. Un asco para mí, pero cada vez que miraba a mi pareja asqueado y necesitado de una visión agradable me daba cuenta de lo concentrada que estaba ella y de lo mucho que podía emocionarse con semejante porquería, en fin. No hace falta decir que este tipo de mujer es común y que a veces las demás tienen etapas en que solo quieren ver esa mierda. Perdonable
Están también los que no opinan no dicen nada, solo siguen a la manada e incluso se atreven a manifestar su condición de comodines reemplazables (“lo que todos quieran”) No tienen opinión interesante de nada ni cuando tienen la oportunidad de decir algo realmente personal. Se cagan de miedo de experimentar la intimidad lejos de su cubil masturbatorio ¿Qué será lo que ha mellado su deseo de ser individual y único, de descubrir los propios gustos antes que de probar los que nos comentan? No hay nada de eso en ellos. La experiencia me ha hecho asociar la seguridad económica con la propia seguridad de expresión. El dinero es seguridad y a veces estos seres creen que se necesita tener dinero para avalar la individualidad. Totalmente equivocados pero no siempre es así por lo que están callados.
Para seguir hablando de mujeres están las que se creen recontra auténticas, las de la ultima de las criticas especializadas de cine y con una onda literaria aburridísima ¿Qué se han creído? Que sean leídas y cultas es algo admirable, pues uno imagina las conversaciones y posibilidades que ella vislumbraría pero nada. Te estas imaginando otra cosa. Para ellas tener es solo un look, que puede ir de ropa exótica o unos simples anteojos y hablar lisuras como niños malcriados con tetas. Las opiniones que pueden dar son totalmente predecibles y la falta de verdadera sensibilidad carente de posería es evidente pero tienen una ventaja y es que los gustos que tienen no son convencionales, no les gusta las de romance y si las de buenas reseñas. Saben distinguir entre el bodrio y lo rescatable. Muchas veces estas mujeres son muy bellas pero son bellas cansadas de ser bellas y se rapan, se hacen piercing, dreadlook o se ponen ropa llena de colores. ¿Qué? ¿Te imaginaste que eras única? No me hagas reír.
Ahora quiero hablar de los hombres que no son muy inteligentes...quizás inteligente no sea una palabra adecuada. Los que no tienen mucha sensibilidad artística, para así librarla.
A ellos les gusta o la acción gringa con balas y explosiones, con carros deportivos y negros rateros o las películas de animación digital con toda esa amalgama de efectos especiales y persecuciones les encanta. No quieren una historia bien contada ni detalles correctamente enlazados, solo les interesa que tenga mucha acción, sangre, explosiones y que el protagonista consiga ligar, en cualquier orden. A veces no esta tan mal. Los que tienen poca sensibilidad artística son compatibles también con las películas de absurdo o de humor asqueroso. Un tipo nadando en caca o gringos haciendo saltos para caer de bruces y lesionarse es algo que ellos disfrutan. Después de todo a ellos les encanta las estupideces porque no saben reír de otra manera. Películas que tratan sobre adolescentes y la iniciación sexual es la forma en que ellos se informan sobre cuestiones que ignoran tanto como los protagonistas de las cintas que ven.
Pero de este tipo se desliga un sub. género que si es realmente espeluznante para mí: Los Frodos. Yo no se como alguien puede creer ser un personaje y darle de seriedad a este tipo de mitologías surgidas de películas llenas de seres fantasiosos y luchas entre el bien y el mal adornadas de dragones, mounstros, yedis entre otros. La mayoría de estas películas vienen en varias secuelas y son una moda pasajera, tan pasajera como el valor cuando es inspirado de un personaje irreal como un enano verde. Algunos de los carentes de sensibilidad artística se pasan al bando de Los Frodos pero sin quedar enganchados. No logran esperanza de esas cintas.
Los Frodos también recurren a los Caballeros del Zodiaco y resaltan en esos personajes una gama de valores como el honor, la valentía y ven en la destreza de sus guerreros los anhelos que ellos quisieran para sus propias vidas. Siendo ellos mayormente poco ágiles y medio lentos, son incapaces de digerir a actores de verdad interpretando una historia interesante ya que no creen en los hombres. No pueden con eso. Prefieren el polvo de diamantes, no pasa nada. Recorde a los Emos. Ese grupo ambiguo de jóvenes con peinados raros y ropa oscura. Se supone que andan tristes o que son incomprendidos pero es fácil darse cuenta que quieren es diferenciarse y mostrar un hermetismo tan tonto como los estampados que usan en sus prendas. La juventud adquiere con faclidad los modismos extranjeros y trata de diferenciarse luego de los demás. Que falso. A estos seres les gusta matricularse en clases de japonés y ver animes ¿Será porque a cualquier padre le parecería extraño o para entender en su lengua original su entretenimiento? No me interesa. Ellos no van al cine y prefieren tomar trago corto igual que todos los adolescentes limeños a lo largo de la modernidad. No hay diferencia.

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