viernes, 12 de octubre de 2012

Rock & Roll

Hay un lugar detrás de las piedras donde voy a ir a dejarme caer,
libre de observadores,
allí no podre oír a mi novia 
hablándome sobre gente que no conozco,
tampoco escucharé mis recuerdos
ni la falta que haces en mi vida descocida.
Seré como lluvia de carretera
acariciando todo sin sujetarme a nada
sin las represalias de una sociedad acostumbrada a la ropa limpia.
Ahora que estoy a mitad del camino 
veo las cosas como por un parabrisas húmedo
lleno de lagrimas de un avión destinado a estrellarse
El reconocimiento y la lejanía de tus recuerdos
hacen mas grande la zanja que divide mi río con tu mar.
Desde que salí no he podido ser parte del resto
y ahora que te reclamo ya no eres la misma.
Solo me entusiasma lo que bota el amplificador,
las notas que movilizan e influyen su manera de vestir,
el poder decir algo que cambie gente
y tenerlo en mi uña para derrumbar paredes.
La soledad es una mujer pagana 
que no me dejará escapar jamás.






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