Si podía ir peor,
Siempre la fiebre puede
volverse una convulsión.
Reconocí la enredadera
del amo indomable
Y no hay forma de
ayudarme.
Solo un crepúsculo monocromo y una ilusión
derretida
Como la vela de un
insomne, ventilan la nueva
lucha del verbo.
Ya se ornamenta la
selva virgen en la que perdí mi fe
en el amor.
La cumbre de los hombres
es el olvido por los sentimientos marinos
El beneficio propio a
toda costa desprecia la
incoherencia de los viejos.
Por ahora el espíritu sopla
miasma de rosas negras
Para acercarme un poco
a la telaraña protectora.
Sé que el camino al templo
de Hades es a través de una provincia
trágica
De frutas prohibidas y
mirra.
Pronto toda esta horda
de falsos profetas
Ya no publicaran costumbres
de la antigua Gomorra
Solo un reflejo de lo
que ven los niños no bautizados.
Respuestas falsas para
una vida automática.