martes, 14 de abril de 2015

Siempre puede ir peor

Si podía ir peor,
Siempre la fiebre puede volverse una convulsión.
Reconocí la enredadera del amo indomable
Y no hay forma de ayudarme.
Solo un crepúsculo monocromo y una ilusión derretida
Como la vela de un insomne, ventilan la nueva lucha del verbo.
Ya se ornamenta la selva virgen en la que perdí mi fe en el amor.
La cumbre de los hombres es el olvido por los sentimientos marinos
El beneficio propio a toda costa desprecia la incoherencia de los viejos.
Por ahora el espíritu sopla miasma de rosas negras
Para acercarme un poco a la telaraña protectora.
Sé que el camino al templo de Hades es a través de una provincia trágica
De frutas prohibidas y mirra.
Pronto toda esta horda de falsos profetas
Ya no publicaran costumbres de la antigua Gomorra
Solo un reflejo de lo que ven los niños no bautizados.
Respuestas falsas para una vida automática.

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