Distrito de Lower East Side en Nueva York

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Salir menos de diez veces unos años y otros ni una vez a la calle, interactuar únicamente entre hermanos con nombres en sánscrito y pelos largos, una madre que obtuvo el permiso para educarlos ella misma y un padre que protestaba contra el control de las mentes dejando de trabajar y aislándose de todo lo exterior en su cuarto, vivir encerrados y aprender de la sociedad a través de películas, muchas películas. La esencia de estas nuevas vidas provino de una unión errática entre un hombre de firmes pensamientos, lerdo y ebrio con una mujer encantada y con miedo de que la golpeen una vez más. El nacimiento real se produjo en un cine con el primer ticket comprado, todos los hermanos a la vez perdieron su pureza económica y comieron de lo que el lobo alfa por excelencia no les pudo dar. Su bautizo en la playa donde llegaron con trajes y zapatos a modo de  escena de Tarantino y donde dejaron que sus cuerpos sientan el mar y la brisa por primera vez cambio claramente lo que tenían ellos como concepción de poder. El documental The Wolfpack (Esta­dos Uni­dos, 2014. de Crys­tal Moselle) supera por completo lo que podríamos pensar que puede vivir una familia promedio en New York en este momento de la historia de la humanidad. Nos muestra la realidad de los hermanos Ángulo, que no provenía de las relaciones normales que se tienen dentro de los parámetros del desarrollo evolutivo de cada ser humano socialmente adaptado. Sin embargo los intereses que realmente eran valorados fueron fuertemente estimulados. El amparo en las películas y en la música fue la única ancla que los mantuvo motivados y curiosos por la vida monótona que tuvieron a lo largo de los años. El alimento del alma no puede ser negado. 

La Balanza Interna

El incierto de la luna nueva
me protege de las precauciones y de los seguros de vida.
Poco a poco te vas dando cuenta
que el verdadero peso del plomo
lo pone la  balanza interna.
Nunca en verdad estuve mal
ni fui miserable,
fue solo la flor venenosa que me atreví a recoger
y poner en mi solapa.
La vieja usanza de la tragedia
y de sentirse el liberado de la caverna
en la oscuridad del confort.
Luchar con el desprecio une más con la confianza.

Recuerdo de tiempo atras

Abrir los ojos y verte mirándome,
sentir el peso de tu cabeza en mi hombro
y los cabellos imprudentes en mis ojos.
Una a una se van alejando las arañas del tiempo
y solo queda la dicha de compartir la cama
con tu voluntad vencida
rendida bajo las sabanas.

Luciérnaga

Un contrato innombrable
entre la luciérnaga y el sosiego
se evidencia en el silencio de la noche,
sobre todo en los momentos inmediatos al desvarió
cuando cae una victima presa del viento y la inercia.

Doris

Brazo y muñeca con forma de campana de floripondio
una gran cabellera desordenada
envuelve una dichosa certeza de ser observada más de la cuenta.
Vacío es el lujo de darse a la miel y las almendras,
lo cual deleita al testigo
que solo es una sombra inquieta.
La tragedia todo lo vuelve real
y así
derramar un poco de sangre solo sirve para dar falsas esperanzas
y para despreciar ilusos
congelando el tiempo con sonrisas.

Sobreviviente

Nuestra fuerza radicaba en el lazo
y la muerte envidiaba en las comisuras de sus manos
no tener un pacto inquebrantable como el nuestro.
Despejando las culpas de mis tragos
venero mucho ser un sobreviviente
y no haber muerto durante la barbarie.

Vanidad de Vanidades

«Vanidad de vanidades —dijo el Predicador—;

vanidad de vanidades, todo es vanidad.»

¿Qué provecho obtiene el hombre

de todo el trabajo con que se afana debajo del sol?

Generación va y generación viene,

pero la tierra siempre permanece.

Sale el sol y se pone el sol,

y se apresura a volver al lugar de donde se levanta.

El viento sopla hacia el sur,

luego gira hacia el norte; y girando sin cesar,

de nuevo vuelve el viento a sus giros.

Todos los ríos van al mar,

pero el mar no se llena.

Al lugar de donde los ríos vinieron,

allí vuelven para correr de nuevo.

Todas las cosas son fatigosas,

más de lo que el hombre puede expresar.

Nunca se sacia el ojo de ver

ni el oído de oír.

¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será.

¿Qué es lo que ha sido hecho?

Lo mismo que se hará,

pues nada hay nuevo debajo del sol.

¿Acaso hay algo de que se pueda decir:

«He aquí esto es nuevo»?

Ya aconteció en los siglos que nos han precedido.

No queda memoria de lo que precedió,

ni tampoco de lo que ha de suceder

quedará memoria en los que vengan después.
Eclesiastés 1

Manzanas Dulces

Los jóvenes juegan a que el mundo es suyo
y bañan las manzanas en azúcar
para dárselas a las chicas.
Una irresistible forma de endulzar el tiempo
y procrear sueños de esperanza,
libres de la codicia de la madurez.
La cadena de sol tira de los días
independiente del amor y de la guerra.
Mayólicas de un supuesto pasado
que brinda respuestas equivocadas
a lo que me trae el verdugo.
No soy tan viejo,
aún distingo lo importante de las cenizas,
trasnochando solo para robar besos.

La Soledad

Muéstrame como apagarme con solo ver tus labios,
ninguno de los antídotos ha hecho florecer sosiego
y mi soma se cae de podrido
en un camino de espinas y neón.
Una vez tuve calma
pero se sembraba mi tortura de sueños extranjeros
que fabricabas en nuestro entonces lecho.
Ahora;
un años después
la laguna artificial que daba vida a los unicornios que habitaban en mi cabeza
se ha secado,
y descubrí lo que ya había quedado atrás;
la soledad.