Querida Tsuru
Autodenominarse guerrero por afrontar consecuencias de
malas decisiones es un disparate. Los pequeños videos de vidas cautivadoras
enfocadas solamente en la exageración mundana son la influencia vigente para
alinear las mentes juveniles. El complejo de inferioridad se incrementó por
completo mediante el dominio de la tecnología. Todos los medios necesarios
están disponibles para esconder nuestros miedos ahora.
Se dicen las cosas de forma indirecta y necesitan todo
un espectáculo audiovisual que atraiga reacciones. Siempre desde la comodidad
de lo remoto y de un engreimiento sin reparo. El mundo espera la destrucción de
la humanidad como alternativa coherente a mi parecer. El egoísmo no confronta
la realidad con sus premisas y los hechos facticos son escondidos detrás del
gran imperio de los divulgadores.
La información inexacta y los placeres inmediatos nos
empujan a decidir sin conciencia, se cierra así el círculo necesario para
limitarnos. Las redes sociales construyen seres humanos descartables que
consagran sus vidas al entretenimiento más básico. Siempre es mejor tener miedo
y transmitirlo que salir. Las niñas piensan que sus cuerpos son herramientas de
atención y practican con los manuales que encuentran en línea.
Los medios refuerzan todos esos mensajes por repetición para que ocurra dentro de una lógica completamente programada. Ya no se expresan los sentimientos si hay stickers que ahorren la verbalización. La sensación de pertenencia ha pasado de moda y todos quieren ser diferentes y únicos, la extravagancia pesa más que los modales. La oscuridad se ha hecho responsable de la educación con el consentimiento de sus progenitores y la complicidad de los mandatarios.
No puedo soportarlo, no quiero ver a mis nietos perdidos en ese espacio irreal actuando como idiotas imitando alguna tendencia nueva. Ya estoy muy viejo para cambiar y dejar de valorar la vida como la conocí contigo, de tu mano Tsuru. Solo nos importaba estar lejos de nuestros padres y poder alcanzar la puesta de sol para besarnos, siempre quise estar contigo cada día desde que te fuiste. Seguí adelante pero ya estoy cansado y deseo estar de nuevo contigo, porque solo contigo encontraba paz. Te veo pronto amor mío.
Tu amado
esposo
Susumu
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