Lágrimas transformadas en sudor con la alquimia de tu boca
Risas sarcásticas que acomodabas entre las almohadas
Si no te hubiera visto me seguiría resistiendo
Hubiera mantenido mi casco de caballero
Con el que soportaba la hostilidad de mi pueblo
Y las nubes grises del invierno limeño,
Pero te vi y lo supe.
Pretender que no me interesaba calando suavemente mi cigarro
El humo se escapo de mi pecho
y solo exhale la mitad de él junto con un vapor escarlata.
Mientras me iba recordaba cada una de las veces que lo decías,
algo que seguro no solo yo oía.
Ya pasaron semanas de eso y ahora tengo otra chica,
no pensare en futuros o casas de dos pisos nuevas,
en galletas recién horneadas ni caminatas en la playa.
Las mujeres mienten
Servirán desde ahora como ornamento de mis noches.
No hay cura a la solead ni una forma de amar
Si el interior está en ruinas.
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