Creo que tu tienes la esperanza de que
un día nos encontremos
y eso lo veo improbable,ya estoy con alguien y vivo en otro país,
ya pasaron muchos años de lo nuestro,
ya me olvidé a que sabe tu boca y que se siente abrazarte
es un silencio rocoso lo que esta entre los dos
y un jardín de flores muertas lo que le adorna.
Así, me solté de la carta que me sostenía.
Sin aire para mi planeador,
sin fuego para mi locomotora,
sin agua para mi nao y sin tierra para mis pasos.
Me siento como una anécdota que no se cuenta
puesto que arrastra pedazos de vida,
que duelen mucho en la oscuridad y en el silencio.
A veces si pensaba en encontrarnos,
a veces si me atrevía a soñar que de nuevo estarías,
y rompí mis puños construyendo un futuro de fantasía,
se me rompió el pantalón de tanto cariño que te llevaba.
Mis zapatos pisaron mis propias esperanzas
que se quebraron como cascara de huevo
y llovió una canción de Mozart.
Réquiem por el alma que ya me abandono.
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