martes, 5 de marzo de 2013

El Olvido

Y así primó la razón en tus decisiones,
de golpe dejaste caer mi vida por la escalera.
Yo sin saber que ya había muerto seguí andando.
Me preguntaba el porque la gente ya no me veía,
porque no podía sentir los olores
porque no tenía hambre y porque no dormía.
De noche las cosas eran más nítidas y cada uno de los ojos me invitaban
a indagar en sus respectivas cabezas.
Algunas de ternura otras con amarga incoherencia
otros llenos de amor y otros sufriendo una lejana añoranza,
Ninguna me era familiar.
Ya no recordaba quienes eran mis padres
mis hermanos o mis amigos.
Solo sabía que había un norte en tu pecho y era mi corazón
que se quedo pegado a tu olvido.
Como una rémora alimentándose de las sobras de tu amor.

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