Peter Stormare es un gran actor, interpreta de una forma muy real la frialdad y la manera como se debe proceder en situaciones desesperadas en casi todos los papeles que interpreta. Solo le he visto papeles de malo y son casi siempre los que tienen que tomar las decisiones difíciles y crudas sin ningún titubeo. Aunque no es el único tipo de matón que hay pero es el que logra refrescarnos la verdadera vocación del crimen y no la accidental avaricia de algunos ante las circunstancias. Steve Buscemi siempre logra caerme bien y debe ser por su naturalidad para satisfacer necesidades básicas así como sus reacciones ante la incomodidad, muy latino. La imprudencia de un policía podría volverse heroísmo cuando encuentra a un sujeto metiendo un cuerpo en la trituradora de madera y mantiene firme el arma, esquiva, apunta y bang. El embarazo no es un ingrediente común en un policía, menos el amor sereno y sincero de pareja que se comprende y vive en armonía en su provincia fría y leñadora de habitantes moderados y corrientes. Dejar testigos nunca es una opción si se le puede eliminar, huir siempre aliviara todo y quizás nunca me encontraran. Siempre hay un entusiasmo por ver como se mata a alguien sobre todo si es el villano de la historia, pero es tan verosímil la forma en que caen las victimas que no es necesario hacer un primer plano a la ejecución, es un deleite solo el primer instante antes de morir, luego cambian de toma y aciertan. William H. Macy siempre fracasa y le queda perfecto, esta hecho para interpretar ese tipo de papeles, para dejarse llevar por impulsos ante la presión y no tener vergüenza en caer cada vez más bajo, como aquel Mike Yanagita y su patética vida sin amor. No se puede estar más perdido que cuando se intenta ligar una mujer en cinta y no se puede estar más preciso que cuando no se aporta nada a la trama pero la presencia sola engrandece la historia. Ya voy tres películas de los hermanos Coen y ninguna ha sido mala.
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