¿Preferimos o buscamos?
La psicología social en la actualidad le brinda mucha atención al estudio de la violencia como fenómeno social. De hecho es una responsabilidad de la psicología y de otras ciencias que investigan al ser humano ayudar a la sociedad a controlar y comprender el continuo incremento de su manifestación.
En nuestras sociedades latinoamericanas la mayoría de naciones han sufrido un periodo amenazante de revueltas en contra de algún gobierno corrupto. La mayoría de las veces estas revueltas han tenido un número elevado de muertos y desaparecidos, de imágenes de terror, de miedo y amenaza para las personas que les tocaba vivir ese cambio. Las guerras de las que no tienen como protagonista a naciones de América también son de nuestro conocimiento debido a los medios de comunicación. Los atentados terroristas, las crueldades a los rehenes, la pobreza que deja la destrucción a su paso, todo registrado por una cámara de TV que nos brinda en los noticieros la oportunidad de echar una ojeada a lo que ocurre en otro continente. Nos da una lejanía muy cómoda, nos da la oportunidad de solo ser espectadores.
No solo me refiero a la televisión, la cual ha sido tan estudiada como influencia de comportamientos delictivos sino también de medios de comunicación más tradicionales como los periódicos que inundan sus portadas de imágenes muchas veces bizarras, revistas con descripciones al detalle de la barbarie que ocurre en lejanos lugares como la prestigiosa "National Geographic" y otros medios escritos.
Además de eso, también nos dan la posibilidad de enterarnos sobre otro tipo de violencia más cotidiana como la delincuencia, ofreciéndonos noticias trágicas, notas sobre desgracias que les ocurren a personas de nuestras ciudades o de contextos tan parecidos a los nuestros que nos dan un sentimiento de cercanía más latente. Pero ¿Todo esto ha hecho que se incremente la delincuencia en las sociedades modernas?, ¿Esta es la causa de que seamos en la actualidad tan tolerantes ante este tipo de noticias y hechos que no le brindamos importancia a su influencia en nuestros niños y jóvenes que crecen con violencia en los medios?
Albert Bandura nos indica en su teoría del aprendizaje social que los medios de comunicación no sólo son susceptibles de ser observados, sino que actúan sobre los procesos psicológicos de la persona en la medida que crean imágenes, representaciones, modelaciones de la realidad, por lo que, consecuentemente, producen o modifican las conductas y el mecanismo cognitivo que precede a las conductas. A través de los medios, esto es, mediante el cambio del medio ambiente social, se pueden variar los comportamientos. Además, los medios, especialmente los audiovisuales, cada vez más determinantes en la percepción de lo exterior, reproducen en sus prácticas narrativas los elementos básicos que desencadenan la actividad de la observación. Al tiempo, son capaces de fijar ciertas marcas o referencias que instruyen los mecanismos de autocontrol del individuo en sus comportamientos.
Pero además de toda esta violencia existe un tipo que tiene muchos adeptos pues esta no tiene ningún otro fin que el entretenimiento. Las películas violentas por una influencia del Gore y el Trash Movie de los setentas han hecho explícitos el contenido de imágenes y situaciones muy desagradables y sangrientas. La gallística, la tauromaquia, el vale todo, el boxeo, el catchastcan, son todos espectáculos, incluido el cine, en los que somos espectadores de violencia como entretenimiento. La sangre o incluso a veces la muerte es fruto de este modo de recreación. La vieja fórmula de los emperadores más corruptos del Imperio Romano sigue teniendo vigor merced a la democracia imperante. Basta un poco de pan y mucho circo, mucho espectáculo, cuanto más degradante mejor, para contentar a la plebe y que no se amotine. Muchos espectáculos deportivos tienen un desenlace violento, que le brinda un componente especial al mismo y a sus espectadores, desenlace que puede ser desde una gresca entre barristas y jugadores, o la muerte de un corredor de formula 1. El rock como fenómeno social ha sido durante muchas generaciones la catarsis para muchos jóvenes, y muchas de las veces han tenido en sus principales estrellas un componente adicional a su música que ha dado mayor atracción al género. La muerte, las drogas, los escándalos y suicidios son elementos ya harto conocidos para mitificar a una banda y hacer rendir a los medios a sus pies.
Gordon Allport, en su libro La personalidad, su configuración y desarrollo, nos señala que la cultura moldea la personalidad, principalmente porque proporciona soluciones ya preparadas y ensayadas, para muchos de los problemas de la vida. Soluciones no siempre precisas, pero disponibles en todo momento. Le da respuestas para todo problema que pueda presentarse. Es un esquema de vida preestablecido.
Cumple esta función que nos proporciona por ejemplo medios de satisfacer nuestras necesidades: alimentación, excreción, de creación de relaciones sin entrar en conflicto con nuestros semejantes. Nos enseñan el modo de satisfacer nuestras necesidades de recreo y de estima de sí mismo, como también el modo de hacer frente al displacer que nos ocasiona la privación de una relación.
En el mismo libro Allport nos ofrece también una explicación del porqué de las elecciones de personas por cierto tipo de alternativas que no son las de uso mayoritario: En términos de cultura real, lo que parece ocurrir es que el individuo según su temperamento y la evolución del sentido de sí mismo, selecciona dentro del margen de tolerancia permitido por su cultura las características que más concuerdan con su estilo de vida propio. Puede ocurrir que le vaya bien en casi todos los rasgos de cultura en que se desenvuelve, en este caso es un conformista completo, se adapta exactamente al modelo. Pero muchas personas presentan variaciones, se apartan más o menos en la práctica y el pensamiento de los modelos culturales aunque manteniéndose dentro de los límites de divergencia tolerados. Aunque hay algunos individuos que divergen completamente, que son rebeldes a la cultura del medio.
La mayoría de las personas nos hallamos entre los dos extremos mencionados. Las personas que prefieren el tipo de espectáculos violentos serían de quienes habla Allport. Su elección se encuentra dentro de lo que nuestra cultura nos ofrece como alternativa de entretenimiento para satisfacer nuestra necesidad de recreación, consumiendo espectáculos que no tienen aceptación total pero que están presentes dentro de la gama de alternativas que nos brinda nuestra cultura.
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