En algunas mentes habita una larva repugnante,
Me ha dado la distinción
De tener dos perspectivas en la misma cabeza
Y de una bipolaridad no perniciosa.
Me susurra entre sueños lo que le parece correcto
Y cuando no queda nada que decir me enseña su idioma,
Las cosas que le gustan y la vida en la puerta,
comerse hasta el último centímetro de madera.
La larva engorda y ya queda poca ternura,
Porque de eso se alimenta.
Esta virtud muy propia de la cabeza desciende hasta el pecho
Para después manifestarse por la sangre.
Pronto acabara todo, es el precio por asilar a esta vida extra.
Me ha dado la distinción
De tener dos perspectivas en la misma cabeza
Y de una bipolaridad no perniciosa.
Me susurra entre sueños lo que le parece correcto
Y cuando no queda nada que decir me enseña su idioma,
Las cosas que le gustan y la vida en la puerta,
comerse hasta el último centímetro de madera.
La larva engorda y ya queda poca ternura,
Porque de eso se alimenta.
Esta virtud muy propia de la cabeza desciende hasta el pecho
Para después manifestarse por la sangre.
Pronto acabara todo, es el precio por asilar a esta vida extra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario