lunes, 30 de abril de 2012

Ojala

Las cosas no pasan porque llueve,
Hay una coincidencia porque a alguien se le ocurrió.
En los cristales de las casas
Se encierra el grito de un niño
Aquel que aun no nace
Y que traerá el motor a los padres.
Algunas veces es llanto de hambre y otras de pena.
Si no hay amor en la cocina.
Que aun no venga el mío
Porque no quiero que los cristales cesen su canto de alegría.

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