Ahora
que estas lejos,
cada
vez más cerca de la metrópolis que añorabas,
mi
vida se hace mas insignificante
y
comparte la misma suerte de
una vela azul consumiéndose
sin
alumbrar ninguna conversación.
Ahora
sé que solo el viento es la caricia que siempre regresará.
Dentro
de cada espina silvestre pasaré
una temporada
hasta
secar por completo mi pecho y
aceptar que me usaste como paracaídas
saltando
de tu juventud hacia el éxito.
Ráfagas
multicolores indicando el
termino del invierno polar
y
una nueva centuria solo.
Caminando
sin parar en busca de algún hermano
que
pueda regalarme el propóleo necesario
para
enfrentarme al exceso.
Espero
que el coro de lobos siga
aullando hasta el amanecer
y
que este caramelo cautivo
me brinde el dulce que nunca quisiste darme.
me brinde el dulce que nunca quisiste darme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario