lunes, 12 de mayo de 2008

Chacón

Un dia más,
cada calle que miro,
los mismos pobres, la misma lástima
y de repente irrumpe el ladrón y el malandrín
juntos para ayudarse.

Sigo mi senda y me subo a la linea
para que me lleve con audacia,
¿Pero no se qué pasa?
No avanzamos hace minutos
¿Sabes lo qué pasa?
es que la policía nos retraza.

A todos lados una cola con calor que sofoca,
las blusas se abren y los lentes se caen.
Despacio ahora por la vereda
la gente pasa y ya no mira,
no interesa
es tarde y ya quiero estar en cama
solo quiero que duerman cerca mio para despertarme.

Un dia más
que ahora se vuelve menos
listo ya en su ropero
el tiempo que nos desvela echa fuego
y es hora de apagar la luz pues el sol ya brillo.

Acompáñame a la esquina
que se enfría el pan de la señora
y las blusas que se cierran
y lo lentes que se limpian.

Relax

Sueño pasajero

Ya nada es tan importante,
Ya nada vale la pena para preocuparse.
Total mañana caerá la noche y tendré que dormir.
Que acostarme y hacerme un nudo,
Igual las horas pasarán
Y la eternidad formará infinidad de fracciones.
La cúspide de todo se da cuando se alcanza lo querido
Sobre todo lo nunca articulado que traspasa la imaginación.
Que sicalípticas pueden ser las jornadas
que nos brinda ese universo brumoso.
Aléjate de ellos y ven cerca de mi,
Yo realizo lo que sueño
y de este modo no ensucio las luces con espejismos.
Tocamientos a tus partes blandas,
El monte de Venus y su vertiente,
Las más nítidas de las acuarelas
Cada una encima de la otra pero sin mezclarse ni perderse.
Las más exigentes perversionesy las amapolas mas robustas.
Fantásticas ocurrencias para prolongar la eternidad
y sentirme cada vez más lejos de las horas.

Pero de nuevo estar solo

A veces extraño los árboles y las piedras,
Cuando ponía mis manos en ellos sentía nostalgia por lo inerte
en el caso de la piedra por lo triste,
en el caso del árbol por no poder abrazar un atardecer
ni beber de una boca
nada mas que mi tierra y mi quietud.
Silencio como figura y como fondo.

Las Pasiones  

Las pasiones también pasan
Atardecen y anochecen
y después de todo ya casi no las vemos.
La eternidad que se sintió en el instante
a veces es imborrable,
el más legible de los tatuajes
que llevamos adentro de las ropas,
la carnada que nos ponen
esta hecha de la misma eternidad,
que nos robaron el día que blasfemaste
y nos seguirán molestando
mientras sepan del recuerdo que nos cobija en el miedo.
Menos mal que eso también pasa
y de otros labios se vuelve a beber la miel
que nos ha de acompañar,
pero siempre volveré a esto.


Ready

Estoy listo
y ninguna sombra me viene a saludar
las manzanas se acabaron
y solo queda higos por madurar.
Regresaré el verde
Cuando me una a la tierra,
haré florecer tulipanes
Donde podrán descansar los invidentes

viernes, 18 de abril de 2008

INVALIDO(A y B, muchos años depues)

Terminar mi existencia y así acabar con el tedio intenso que hace del día a día un tormento.

No. Aun no.

A veces se me olvida como sonreír y tengo que ayudarme observando a los niños en el parque jugar o caminar cerca de los colegios a la hora de la salida y ver la algarabía y la inocencia. Cuando estoy en casa también tengo la triste sensación de ser un incomprendido. Veo a los seres queridos desfilar en casa mostrando sus defectos y sus taras como ropa nueva, con orgullo. Me molesta sentir que alguien no se siente culpable cuando comete un error pero en esos momentos reflexiono y me pregunto si esta bien que sea yo precisamente el que les corrija. Quizás he de verme como una mujer menopaúsica que quiere mostrar el amor que siente por los demás mediante criticas puntiagudas. Me debo ver como alguien amargado que no sabe que hacer para calmar su ira.

¿Haz probado comer mucho?

Si, pero ahora además de la sensación de vació y de invalidez emocional siento una inconformidad con mi aspecto. Siempre he sido un ser consciente de mi fealdad por lo tanto me preocupaba compensar eso con un cuerpo atractivo y atlético. Pero eso lo solía pensar cuando me encontraba en el despertar sexual y todo el universo giraba en torno a ligarse a alguien.

¿Cualquiera?

No, nunca fue cualquiera, siempre tuve una elección guiada por mi gusto. No te voy a mentir diciéndote que todas las chicas con las que he podido tener sexo, que no son más de cinco, han sido las que yo he elegido y he logrado. Algunas han sido un regalo del señor y yo no dude en complacer el mandato satisfaciéndolas y desflorándolas pero eso si, el señor es testigo que no he aceptado todos sus regalos. No por no poder hacerlo ni por desagradecido, es solo que yo prefiero realizar esa actividad con la expectativa de ver un cuerpo desnudo que me gustaría recordar. Si no es así prefiero no desnudarlo.

¿Y las drogas? ¿No has probado alejarte de todo esto y entrar en los espirales alucinógenos de su mundo? ¿Recuerdas cuando fumamos en la fiesta de Otto?

Si lo recuerdo. Había muchas chicas que se molestaron por el olor que dejamos en el baño. Me gusta mucho la palabra en ingles cloudiness para este caso. No creo que los problemas desaparezcan sino que al igual que el litoral limeño es cubierto con una espesa neblina, las cosas que a uno le atormentan son tapadas con las dosis necesarias para ocultarlas pero al regresar del viaje uno siente más nítido el tormento que antes además se suma la necesidad de consumir y de regresar siempre a esa sensación fetal de conexión con el universo, con el útero de la naturaleza. No te voy a negar lo agradable de estar así (intoxicado). Es mucho más llevadero el tiempo ya que transcurre caminando de puntitas y muchos detalles de la vida cotidiana que hasta antes de conocer esa experiencia habían pasado desadvertidos se revelan. Supongo que para la gente que nunca ha consumido drogas ilegales se mantendrán camuflados estos detalles por siempre.

Bueno, pero entonces dime que es lo que te hace sentir así. ¿Es la abstinencia?

No, eso es algo con lo que ya he convivido en muchas ocasiones, y no tiene nada que ver con la droga o las ganas de consumir. Antes me sentía culpable y quería erradicar de mi mente la sensación placentera que me causaba el recuerdo de alguna intoxicación, cual perro de Pavlov ante el sonido de la campana. Pero ahora que llevo una vida tranquila y ejemplar para algunos, los cuales no tienen ni la menor idea de lo que siento y solo se basan en su estereotipo de doctor del seguro que tienen, no censuro tanto ciertos apetitos y trato de satisfacerlos cada vez que es posible, claro si la circunstancia me lo permite. Si es alcohol, un vaso nada más, si es hierba o hachís, solo si estoy solo en casa o lejos, muy lejos de ella. Un cigarrillo, pues salgo a dar una caminata si estoy en un momento libre sino a chupar caramelos. Ya no ando en búsqueda de droga ni tampoco consumo cada vez que tengo la oportunidad sino que priorizo mi trabajo y mi familia.
No es desamor pues tengo una maravillosa mujer que me ama y me hace sentir afortunado, tampoco sufro alguna enfermada mortal o que me imposibilite de gozar de las formas mundanas de confort y el dinero no me falta pues con unos trabajitos aquí, algunas clases en la facultad de medicina de esas universidades privadas nuevas que me contratan, por mi formación y especialidad, más la renta de unos terrenos que me dejo papá en el norte me basta y sobra.

¿Me prestas diez soles?

Descuida... ¿Pero entonces qué será lo que me tiene así? Yo creo que tanto he llegado a mecanizarme que he perdido total crítica filosófica de la vida y del hombre. En mi trabajo no tengo mucho tiempo para pensar en otra cosa que en las posibles razones del malestar de mis pacientes. En los salones de clase repito una y otra vez, año tras año los mismos textos y funciones de órganos y áreas específicas del cuerpo. Traté de enriquecer mis clases asociando todo lo asociable a cada capitulo que me tocaba dictar pero a mis superiores les gusta que me rija exclusivamente del syllabus. Tanto tiempo curando hombres y no puedo hallar la verdadera razón de mis malestares propios.

Tú no tienes una enfermedad en el cuerpo. La tienes en el alma.

Sabes B, es lo mejor que me has dicho en todo el tiempo que nos conocemos. Yo creo que debería alejarme un poco de todo y descubrir lo que en verdad ando buscando. Adoro mi trabajo pues me parece una forma activa de ayudar a la gente, aunque hace mucho que olvide mi juramento Hipocrático y solo lo hago si es que hay una recompensa monetaria. En las aulas de las universidades enseño lo que me piden que enseñe y entretengo una masa de jóvenes que suplican al cielo que termine mi hora para largarse a hacer cosas de jóvenes.
Recuerdo cuando yo lo era, tan extasiado con los amaneceres, con la vida. Me sentía un neonato cuando ingrese a la facultad. Tantos estímulos en el ambiente, muchachas bellas luciendo jeans apretados, olor a marihuana en los parques y las noches que no dejaban de sorprenderme con sus fiestas y seres raros que llegaban de otras facultades o que eran amigos de los amigos. Nunca sabía donde o cuando pero un día de la semana Dios lograba sorprenderme con el mundo que hizo para nosotros. Ya sea con personas interesantes y diferentes o situaciones en las que podía ver su accionar nítidamente. The god’s hand. ¿Cómo podía no darme cuenta que su bondad era tan grande que me regalaba los amaneceres más bonitos de mi vida?

¿Qué paso?

No lo sé. Dios es el mismo desde el inicio de los tiempos así que no puede ser el quien este volviéndose aburrido y melancólico. He salido de su gracia y estoy ahora más lejos de él. ¿Pero de qué manera? ¿Cómo he podido salirme tanto del camino si lo que he hecho es lo que se supone correcto? He formado un familia basada en amor y confianza, he desposado a la única mujer que he amado en mi vida y es ella con quien elegí engendrar y criar a una pequeña flor. A mi pequeña porción de paraíso, a mi hermosa niña que me dio la sonrisa más dulce que un hombre puede recibir y la más sublime de las melodías cuando me llamo papá, me hizo el ser más afortunado del mundo cuando aprendió a caminar y corrió hacia mis brazos para abrazarme. O mí muy querido tesoro porque la vida es tan injusta y te hace crecer para que puedas enjuagarte en la miseria reinante en el mundo. Mi muy querida pequeña no quisiera que sufras como yo sufro ahora nunca, nunca mi amor. La sensibilidad es un don en nuestra estirpe y quisiera arrancarla de raíz de nuestro ADN para que no tengas que darte cuenta de lo vacía de la existencia, de la inútil lucha que libramos con la vida y el sistema en el que nos encontramos. Los hombres no son nadie sino tienen dinero para sustentarlo. Dinero, títulos, propiedades o sangre azul. Ya nadie quiere saber tu nombre si es que no viene acompañado de una función productiva.
El otro, que son todos los demás menos yo, es un mounstro hambriento y glotón que quiere todo mi esfuerzo y mi energía para transformarla en bienes tangibles...¿Qué harán con mi linda flor, tan libre y honesta?¿La volverán un engranaje de la maquina humeante? Ni siquiera el arte tiene valor ahora que esta al mando de seres engreídos y embusteros, ahora las grandes obras solo anteceden a la extrema explotación de los artistas. Ellos ya no son dueños de sus obras cuando las comercializan, se vuelven esclavos de un fin perverso ¿Cómo pueden usar el dinero designado a la cultura para enriquecerse, para privar a los jóvenes que creyeron que siguiendo su vocación podrían hacer de este mundo algo mejor?

¿Cómo el tío de Bellas Artes? Ese que puso a varios trabajadores para justificar dinero y que no arreglo la vieja escuela después del terremoto de agosto.


Exacto. Como ese conchasumadre.

martes, 18 de marzo de 2008

Lunes Diez

Hoy día lunes no pensé que nos encontraríamos para eso. Pensé en lo que rutinariamente te ha hecho tanto daño. En lo que nunca te encajo.
Debo ser el ser más egoísta y malo de la humanidad, pero igual algo bueno debo tener porque una maravillosa mujer me ama. Y debo de demostrarle que todo ese amor, que con esfuerzo hizo crecer en su precioso corazón, no ha sido en vano. Ella dice que es por el bien de los dos, pero yo se que el único bien será para ella pues yo no creo que vuelva a encontrar a una mujer tan buena que me quiera como ella lo hizo.
En cambio tu, tan hermosa e inteligente encontraras fácilmente todas las virtudes que carezco. Por todo eso yo te libero de mi yugo y de mi prisión de amor.
Cuando te vi alejarte dentro de un ómnibus se rompió algo en mi alma. Sabía que nunca más te volvería a tener, que nunca más seré feliz como lo era contigo.
Me lastima mucho que pienses que en todo este tiempo jamás te he querido. Yo daría la vida por ti cuando sea, y se que mi vida es mucho menos valiosa que la tuya pero me has enseñado a no temer a nada. Es fácil no tener miedo cuando sabes que alguien te quiere.
Sobre todo alguien como tu, que todos se preguntan que le vio a ese patán que tiene como novio.
Pero ahora ya no tiene caso nada de lo que estoy escribiendo y simplemente me arrastro hacia un sentimiento masoquista y me refriego en mi mente cada uno de los minutos que viví contigo. Cada una de tus palabras tus mensajes tus notas tus regalos tus besos. Cada una de las lagrimas que te hice derramar deben ser espinas que ahora hacen heridas por dentro. Es lo justo.
Seguiré en todo esto agradecido a Dios por haberte hecho mía por este tiempo. Siempre te voy a querer.
No desperdicies ninguno de los consejos que yo te he dado. Ellos eran las flores que nunca te regale. Pero no como las flores que se marchitan sino que brillaran cada vez que los recuerdes y te servirán en las distintas circunstancias en que te ponga esta vida. Ella sabía lo que yo era, lo que yo hacía e hice, y aun así me amó y me cuido para que entendiera que el amor que me daba era lo único que se necesita en el mundo para vivir.
Me perdonó y me hizo mejor porque aprendí a no tener dudas y a elegir lo correcto para mi.
¿Y ahora que hago?
El sufrimiento se disipará y volveré a mi estado natural. La vida me enseña con dolor y cada vez mis tejidos se refuerzan más. Pero no se si podré soportarlo de nuevo, porqué lo que hoy día sentí fue horrible. La impotencia de no poder contra una decisión ya tomada. Tomada incluso antes de hoy. Pero el deber de hacer lo correcto y evitarle el sufrimiento a quien más quiero era la prioridad. Es irónico cuando quien tú amas te dice que ya no quiere amarte más. Y que lo ayudes a lograrlo.
Qué infeliz te debo haber hecho para que no quieras sentir amor por mí. Perdóname, por favor.

Despues de Té

-Sentía en sus miradas una frialdad que era inusual o al menos que yo no percataba cuando avanzaba apurado a desempeñar mis quehaceres. Las miradas de desprecio eran las más interesantes. No tenían ningún reparo en disimular gestos elocuentes o volteadas de cara llenas de desdén. Al caminar percibía eso en algunas mujeres y en un número menor de hombres que claramente eran evaluadores continuos de prospectos para deslices ligeros. ¡Las miradas dicen tanto cuando no se reprime la expresión corporal!
-La vanidad es tan hermosa cuando se es representada por seres tan inferiores y triviales. Imagínate el desdén que pueda tener un pobre o una mujer poco agraciada. ¿Podrías creerlo?
-El egoísmo y la vanidad pueden ser disfrutados por igual por cualquiera y más en estos momentos de la sociedad en que influye tanto el consumo y la imagen estereotipada de los medios de comunicación. Basta tan solo poseer una prenda de vestir fina, aunque el que la eligió carezca totalmente de buen gusto y simplemente fue que su cerebro le dio un chasquido de elegancia y la compro precisamente en ese momento. Algo semejante sucede con los autos. ¿Te imaginas lo trivial que debe ser basar el ego en un auto?
- Pero debo señalar que para elegir un buen auto si se tiene que ser dotado aunque sea minimamente de un buen gusto, virtud seguramente excluyente para distinguir algún otro de aquellos placeres que son disfrutados de manera creciente si es que son cultivados.
-Pero los autos elegantes necesitan a un conductor elegante para mostrar su verdadero resplandor. Con el paso del tiempo el auto se adapta a la elegancia del que lo maneja y los dos encuentran una simbiosis deslumbrante que asocia el dinero con ese talento especial. ¡De ninguna manera esto es algo cierto! A diario vemos tantos hombres absurdos e insípidos con excelentes máquinas que lo único que quieren es levantarse a una perra cualquiera.
-Como dice el psicoanálisis pop de la masa, un auto así solo es la prolongación de un pene diminuto. De esos que les da risa a las mujeres experimentadas cuando le ven por primera vez.
-(Risas).
-¡Whore!
-Además de la ropa y los autos hay otra cosa que es herramienta fuerte para el motor de la vanidad. Las mujeres. Las mujeres hermosas hacen que los imbéciles parezcan mejores de lo que son. Que la fortuna y el confort queden completamente justificados; pues hay una princesa viviendo allí. Que el traje carísimo y la casa en ese barrio sean envidiables pues el vulgo piensa que son la razón del amor de esa mujer.
No hay cosa más errónea. Pues la belleza verdadera requiere mucha atención y paciencia, en caso de que no haya amor, para ser constante. De lo contrario engordaran o se harán adictas a algo o cometerán adulterio o las tres juntas.
-Pero el problema no es que la mujer se haya dado cuenta de su belleza, pues desde niña lo sabe, sino que se dio cuenta de lo que su belleza puede obligar a hacer en los hombres. Y más específicamente, en el idiota de su marido.
-¡Pero para lograr tener a una mujer así ese idiota debió haber tenido algún momento de lucidez! Pues como sabrán todos los atrevidos que osaron ligar a esta especie de mujer poco importa el dinero cuando hay que captar su atención. Cuando hay que enamorarlas por completo.
-¿Que te parecería si es que te enteras de la vanidad de una mujer fea? De que luce su incomprendida figura por las calles y se atreve a despreciar a los perros hombre hambrientos que se atreverían a follarla. O del desprecio de los despojos. De aquellos que en su miseria la vulgaridad es expuesta sin ningún pudor y mostrada reiteradamente para convencernos del atrevimiento que tienen de vivir así. Del vicio mostrado sin cautela sino con fuerza destructiva para todo lo que le rodea.
-¡La vanidad en su más sublime expresión!
-Pero allí detengámonos y regresemos a un punto que habéis dejado atrás. La vanidad se sentirá como tal en todos los casos pero su intensidad produce un placer mayor a quienes más conscientes son del poder que pueda lograr con determinación y bien encausada. No vas a comparar pues la vanidad de una mujer dotada de sensualidad y de exuberancia que disfruta mucho de estas riquezas en comparación al de una mujer que va a ser madre. El serlo implica un grado de vanidad instintiva de nuestra especie mamífera. Del orgullo de ser fértil y de poder engendrar. Ese sentimiento debe ser una exquisitez en cuanto sea consciente del mismo. En cambio el de influir en otros como mejor le parezca es algo que las mujeres bellas vienen haciendo desde pequeñas por lo que ya debe serle poco excitante en un mundo donde los hombres libres son extinguidos.
Pero bueno ¿Podría el mendigo o el hombre rata, que viven entre la mierda y que la desdicha se la buscan día a día como el pan, mostrarnos un instante de desprecio y de orgullo por no ser otra cosa; y disfrutarlo de forma superior al rico, que nació rico y que sus hijos seguirán siendo ricos cuando muera? Si lo lograra es solo teniendo conocimiento de lo sublime de esa idea. De la deformación tan grande que haría del espacio y tiempo de los que puedan presenciar este instante.
-¿Los que puedan disfrutar del instante? Esos podemos ser nosotros.
-Pero a que quieres llegar exactamente; ¿a que la vanidad más cercana al goce se puede sentir mejor mientras más miserable sea uno o que la idea de la cual proviene esa vanidad sea tan disparatada que se vuelva una verdad?.
-Excelentes inferencias estimadísimo amigo, pero no son conclusiones a las que quería llegar. Pero me interesa desarrollar su última aportación. ¿Dice usted que si la vanidad de un hombre procede de razones que carecen totalmente de cordura podrían acercarse más a la verdad?

-Digamos entonces que los locos de la calle son ex alumnos de la Bauhaus.
-(Risas)
-Solo trataba de oponerme a la posición que nos ha sido enseñada siempre. Aquella que a veces dirige nuestra conducta o acciones según lo convenido cientos de años atrás, privándonos muchas veces de llegar a soluciones mediante medios poco ortodoxos. Sin embargo el desarrollo de las ciencias y sus avances más trascendentes muchas veces han sido fruto de una idea revolucionaria. De una vía poco ortodoxa para un problema. Vemos tantos especímenes raros de nuestra tiempo que no sabemos si es con lógica con lo que se mueven y suceden las cosas. Entonces si una justificación de un hecho o sentimiento provienen de una explicación poco ortodoxa puede que este más cerca de lo real que la más razonable. Y te puedo decir que me ha pasado. Ha habido veces en las que al llegar al lugar de los hechos y ver la evidencia dejada no me ha salido mejor explicación que un disparate y en verdad que estuve muy cerca.
-Puede ser…
-En todo caso habíamos llegado a ese punto debido a una duda sobre mi afirmación de que la vanidad se disfruta mejor si es que se conoce el valor universal que tiene esta y de la posición en la que se pone a las victimas de su brillar. Y señalo la condición universal pues la vanidad es algo de lo que todos podemos sentirnos culpables, inclusive los santos. Pues que mayor orgullo que sentirse bueno entre un mundo de pecadores. Esa vanidad debe ser también exquisita. Pero la persona tiene que conocer los diferentes estados del alma humana para gozar de ella de manera creciente. Al igual que un hombre que no ha concurrido nunca restaurantes de paladar exigente o ha probado platillos selectos no sabrá distinguir la exquisitez de forma completa. Ni la textura de las carnes ni la sazón de los guisos ni el equilibrio exacto de las especies y el condimento. Nada. A lo mucho te dirá un insípido: esta rico.
-Capaz lo vuelve montado con huevo frito encima.
-(Risas)
-Como fuese. Si es que no se puede empatizar o al menos vislumbrar la posición en que quedan los otros cuando uno se encuentra en la cresta de la ola. Cuando la vanidad se siente nítidamente y se disfruta como un cigarro entre los dedos. Si uno no entiende lo que los demás puedan sentir, sobre todo si poseen virtudes que nosotros carecemos o dones y riquezas que ni en lo más remoto de nuestro sacrificio alcanzaremos. No disfrutaremos del todo sino que como la mujer que no llega al orgasmo, solo gozaremos de la más inferior de las posibilidades.

martes, 26 de febrero de 2008

Eso

Si en cada una de las noches que me pregunto ¿por qué existo?
Me regalaras tu voz un día
Tu olor al siguiente
Tu silueta , tu caricia y un beso.
Existo porque tú me elegiste
Y porque espero el momento en que vengas.
Desnúdate me dirás
Y causaremos un relámpago
Aliviaré tus penas y enrumbaré tu estrella hacia un punto visible del firmamento.
¿Estabas solo?
Si, lo estaba.
Me dejaba llevar por la suerte de otros
La mía ya se acabo.
Desde una lejana tierra dirigía a mi cuerpo
Para que cumpliera las funciones elementales de la vida
Con eso me mantuve aquí
Mientras esperaba tu respuesta
En las noches no quería dormir
Pensaba que cada día que acababa
Era un día más cercano a morir sin conocerte.
Pero llegaste, te quedaste conmigo
No, solo era un sueño.
Pero aun no despierto, aún no es mañana
Más cerca que ahora de la muerte.
¿Si tengo miedo?
Claro que lo tengo
Pero miento frecuentemente sobre eso.
Estas conmigo ahora
Y puedo sentir tu mano caliente apretando la mía
Tu olor a frescura y a ducha tibia
¿Qué sabes de mí?
Que eres tal y como desié
Fuerte y de mi tamaño
Que tienes los ojos donde nacerán mis promesas
Y me darás todo lo que necesito
Mientras dure este sueño.

domingo, 3 de febrero de 2008

Mariposas Azules

Yo:                                ¡Oye!

El:                                 ¿Qué quieres?

Yo:                                ¿Dónde estas?

El:                                   A ti que te importa.

Yo:                                 Te estan viendo.

El:                                 ¿Qué hablas imbécil?

Yo:                                 "risas"...¡Oye!

El:                                  ¿Qué?

Yo:                                 ¿Por qué ella?

El:                                    Porqué se merece algo mejor que tú.

Yo:                                ¿Cómo tú?

El:                                   Simplemente no estas a su altura..

Yo:                                ¿Y quién si?

El:                                   Yo.. hay varias personas que mueren por estar con ella. No se porque  se fija                                          en ti.

Yo:                                 ¿Por qué crees?

El:                                    Porque le falta conocer muchas cosas.

Yo:                                   No creas.

El:                                    La conosco por eso te lo digo.

Yo:                                 ¿Y por qué crees que no se ha fijado en ti que eres su amigo?

El:                                    Es que supongo que lo malo le atrae.

Yo:                                 ¿Qué tu eres bueno y yo malo?

El:                                    Digo que no estas a su altura, quiero lo mejor para ella.

Yo:                                 ¿Tanto la quieres?

---------------------------------------------silencio incomodo-----------------------------------------------

Yo:                                 ¡Oye!...cocodrilo.

El:                                    Estoy seguro que la quiero mas que tú ¿O no?

Yo:                                ¿Por qué piensas eso?

El:                                 ¿O sea que no la quieres?

Yo:                                ¿Por qué piensas que no la quiero?

El:                                   Pero te estoy preguntando pues.

Yo:                                ¿Y por qué crees quererla más si tu no la tienes?

El:                                  ¿Y cómo sabes que no la tengo, acaso me conoces?

Yo:                                   Asi es.

El:                                    A ver ¿Quién soy?

Yo:                                   Le caes bien.

El:                                   No.. ella me odia. No soporta verme...jajaja ¿Y tú acaso sabes si es feliz                                                 contigo?¿Se lo has preguntado?

Yo:                                   Si...¿Tú puedes hacerla más feliz?

El:                                    El que la valore la hará mas feliz.

Yo:                                 ¿Valor?

El:                                    El que la ame pues huevón....y si se lo has preguntado ¿Qué te respondió?

Yo:                                   Algo bonito

El:                                  ¿Qué? ¿Mariposas azules ?