lunes, 16 de abril de 2012

Golosinas

Dulces para la guerra
Caramelos y chocolates
para usar mi bayoneta en un dorso caliente,
manchar de sangre mi bota
y salir por la mañana
junto al sol que se pone encima del humo.

miércoles, 4 de abril de 2012

2 cartas


Querida L


Te fuiste y avisaste, explicaste él porque nunca seriamos una realidad y tantas cosas vividas y compartidas solo fueron un sueño de metal. Yo sabía que llegaría el día en el que te pondrías seria y terminarías el juego que ambos teníamos, sabía también cómo vivías lo nuestro y hasta qué punto te dejabas llevar haciéndome creer que tenía el control. Igual me encantaba tu compañía, que me esperases y que yo te esperara, el saber que confiábamos entre nosotros y podíamos decir lo que a nadie se le decía, tan sin editar. Pasó y ahora estoy aprendiendo a no pensarte, a fortalecer el mecanicismo del mundo y olvidarme que tengo un cactus en el pecho que necesita agua.
Desde que todo amanece en mi ciudad, las mismas caras y las mismas rutas hacen que me sienta desahuciado de novedades, el cambio que añoro no viene con bombos y platillos sino que recorre una inmensa entrada de cemento, fría y lisa. Me estorba la paciencia de los demás y la carretera siempre nos gana un retraso, una simbólica y pequeña pérdida de tiempo. Cuando lo supe espere en vano, solo por el hecho de esperar. Durante esto, las risas siempre se diluían en un recuerdo tuyo, como si mi pensamiento se atorara con un mechón de tu pelo y te jalase sin querer. Y llegaba a ti, a tus calles y las tiendas donde solo iba contigo, al río, a tus piernas; irrepetible conjunto de eventos que venían arrastrados también por tu pelo junto a tu compañía, grata siempre, agridulce al final. Irreparablemente la marea lo botaba todo a la orilla. Después de eso deje de esperar y lo confronte, sabía que si cogías las maletas ya era por algo. Ya no era una amenaza solamente, ahora me encontraba en la situación que tanto temía, y por primera vez tuve que pensar realmente sin el apoyo de tus ojos en mi interior, sabiendo verídicamente que ya no estabas ni estarías a mi lado. No necesito a nadie para vivir, me decía antes, después decía unas van otras vienen y ahora que paso esto entre nosotros, me dije: Puta madre; ¿qué voy a hacer sin ti? Pero ya paso casi un mes. Hay tantas cosas que me quede sin decirte, tantas veces que quedaron pendientes para conocer tal o cual lugar, visitar a fulano, tomarnos aquel trago de año nuevo juntos, tantas líneas paralelas que no tienen ninguna conexión con el tiempo real, tanto supuesto dolor ahorrado en bien de la relación y de la honestidad entre nosotros. Lo hiciste porque no querías lastimarme alimentando una ilusión pero la ilusión era lo que en realidad me alimentaba muchas veces. Repetitivamente cada entrega de sentimientos termina en un retorno a la soltería, nuevamente al ruedo sin ganas de nada; solo deseando que mañana sea ayer cuando te tenía a mi lado. Me despido por última vez y no puedo negar lo que siento por ti, solo tienes que avisarme y yo estaré donde siempre, esperándote. Por favor no me dejes.


Con Amor G.H.K


Hola


Si lees esto en el momento que yo espero que lo hagas debes de estar delante de mi nicho. ¿Qué te parece? Me mande a hacer una pequeña macetita para que mi mujer y mis hijos me dejen flores. Diles que estoy bien y que se cuiden mucho, que los quiero. El motivo por el cual te he escrito y he hecho todo esto es porque no me quería ir sin decirte la verdad; te he amado por 38 años y nunca te lo dije. He guardado esta carta que escribí en el mes que nos separamos. Sabía que cuando me iba a ir tú vendrías a verme así que le dije a mi nieto que te la trajese cuando estés delante de mí, ese es Joaquín, el quinto de ocho nietos en total que tengo. Lleve una vida tranquila y creo que me he portado bien pero si algo me ha faltado es la completa felicidad que solo me dabas tú. Si todo esto te hace cambiar de parecer puedes venir a visitarme. Siempre voy a esperar por ti. Te amo L, siempre.


Con amor G.H.K

Mañana Maldita

Demolición de paredes,
Polvo y ruido son uno solo
Algo que absorbe e incómoda todo a su paso muy temprano.
Grupos de obreros se ven por las ventanas
Ya sucios como si hubiesen llegado hace rato
Gritos y combazos, gritos y maquinaria,
Construcción sobre la destrucción.
La ciudad esta pariendo un edificio o una casa de lujo
De repente una vecina y una linda hija,
O las flores de aquella sirvienta.
Siempre habrá que caminar a la tienda
Todo una y otra vez más.

viernes, 20 de enero de 2012

Brios

No sé porque te molesta que te piense en forma sexual ¿Crees que te quiero menos si recuerdo cuando te penetraba o cuando me hacías eso? Claro que recuerdo nuestros momentos en las clases o cuando conversábamos camino al paradero. Tú con tus miedos a no sentirte una persona común y yo con la certeza de que nadie se daba cuenta de que debajo de tus lentes y tu ropa holgada había una criatura hermosa que pronto todos desearían. La vida no nos dio mucho tiempo para salir y cumplir con los formalismos. No conocí a tus padres sino después de que ya habíamos follado y no conociste mi casa hasta mucho después aun. Hay sentimientos comunes a los demás; como los celos y la pertenencia a una relación que siempre inundan nuestras conversaciones, el oírte hablar sobre las cosas que te molestan y te apenan no me es incomodo, para nada lo es. Me complace que también desnudes tu mente.
Quiero bienestar y que la vida te de toda la bonanza posible pero sin que te aleje de mi. Tolero que tengas enamorados y que te acuestes con ellos porque sé que ninguno te toca como te gusta. Tú siempre me revelaste las ganas que tienes de que te traten de la peor manera y ninguno de ellos entiende esa manifestación de amor, ninguno se da cuenta de tu sed de sometimiento y humillación; por el contrario te inundan de ese amor decorativo lleno de respeto y forzosos detalles estereotipados. No te basta eso, estas sola, lo estamos, porque provenimos de las cenizas de una ciudad extinta, no hay muchos de nuestra especie. Te quiero y te entiendo, me quieres porque me entiendes. Aunque te dejaste contaminar por las normas y las prisas de la vida moderna. Tú lograste salir del gueto y yo sigo escribiendo desde allí. Ser negro y pobre ya es muy difícil como para que aparte de ello quiera ser escritor.
Una decepción más contigo era previsible. Sé que no deseas verme para no sentirte mal en tu sistema de valores y no traicionar lo que crees correcto, por eso no me dejas tocarte, por eso te reprimes y tratas de corregir los defectos que tengo; para estar conforme a tu búsqueda platónica. Otra vez me plantaste y cancelaste al último minuto pero esta vez ya había previsto eso y no me afecto mucho. No como otras veces que no había pensado en nada y solo esperaba volverte a poner la mano encima, volver a sentir tu boca sobre la mía y buscando en mi pantalón la calma a tu apetito. De esa forma me gusta recordarte y espero no lo desprecies. Cada una de las veces en que te sacaste el sostén y me dejaste libre en tus senos de coronas grandes, que te mordía y apretaba. Nunca te gustaron los besos apasionados sino los tiernos y suaves. Bajarte el pantalón y ver la ropa interior con encajes que cubría tu sexo depilado, algunas veces logre poseerte sin previo aviso y era el algodón y los diseños infantiles tus preferidos. Todo encantador y salvaje, como tienen que ser las cosas que no se olvidan.
Ahora estamos a vísperas de la navidad y siempre me he sentido triste por estos días, las cosas pasan a mi alrededor de la manera en que no me gusta que ocurran y explota todo como una sarta de cohetes arrojada a los pies. Como un sonido inesperado rompiendo el silencio. Entre las cosas con las que me protejo están tus recuerdos. Verte nuevamente mía y de nadie más en una cama, entregada a mi capricho y desfachatez. Buenos momentos para las tardes de este año que se nos va.


jueves, 12 de enero de 2012

La muerte para la mesa

Quartz

Soledad que se sienta a mi costado
Trae aliento frio y corbata
Es seca su piel y áspera su mirada
Un reloj caro hace clic en su brazo
un eco que retumba como martillo.
Las voces y risas
son pasajeros en el avión de las semanas que atraviesa los días.
En el viento que pasa cargado
Una cama flota junto a un violonchelo
Y el sol se hace espacio entre ellos.
Su luz tiene axilas con haces de luz muy intensa
¿Dependería de algo si me cambiara de lugar?
No lo creo
Tic tac tic tac
El reloj es el verdugo y mi martillo de herrar,
La salida está cerca y te quedaras con alguien más
Tic tac tic tac

Cheaters


Lágrimas transformadas en sudor con la alquimia de tu boca
Risas sarcásticas que acomodabas entre las almohadas
Si no te hubiera visto me seguiría resistiendo
Hubiera mantenido mi casco de caballero
Con el que soportaba la hostilidad de mi pueblo
Y las nubes grises del invierno limeño,
Pero te vi y lo supe.
Pretender que no me interesaba calando suavemente mi cigarro
El humo se escapo de mi pecho
y solo exhale la mitad de él junto con un vapor escarlata.
Mientras me iba recordaba cada una de las veces que lo decías,
algo que seguro no solo yo oía.
Ya pasaron semanas de eso y ahora tengo otra chica,
no pensare en futuros o casas de dos pisos nuevas,
en galletas recién horneadas ni caminatas en la playa.
Las mujeres mienten
Servirán desde ahora como ornamento de mis noches.
No hay cura a la solead ni una forma de amar
Si el interior está en ruinas.